El planeta Tierra está destinado a morir. Ya sea por la actividad humana o por causas naturales, el lugar que siempre fue casa de la única civilización inteligente en el sistema solar desaparecerá y será el fin de la humanidad, a menos que se encuentre la forma de escapar antes de que el tiempo se acabe. Aunque podrían pasar miles de años antes de que suceda, un escenario ficticio aparece con más proximidad en la película “Interestellar” de Christopher Nolan, donde un equipo de científicos debe viajar hacia otro sistema para encontrar un lugar habitable para las personas.
La película es una obra de ciencia ficción pues aún no es posible realizar un viaje de esa magnitud, pero establece una pregunta común que aparece en la mente de los astrónomos especializados en el tema: ¿Cuál sería un lugar perfecto para que la humanidad vaya a vivir después de que la Tierra muera? La mayoría de los científicos apunta a un lugar cercano donde la vida podría prosperar: Marte, el planeta vecino que está un poco más lejos del sol y ha sido estudiado con detenimiento en las últimas décadas para analizar si existe algún organismo inteligente, sin embargo, no se ha encontrado nada.
¿Cuál es el plan?
La humanidad luchará por salir del planeta Tierra en algún punto de su historia. Con ese propósito se creó la Planetary Science Vision 2050 Workshop, un taller de científicos, astrónomos y expertos en la materia para proponer proyectos que podrían motivar ese avance en menos de 50 años. Uno de ellos propuso enviar un dispositivo hacia Marte para reestructurar su atmósfera y permitir que los humanos puedan habitarlo. El plan va más allá de lo que imaginó la obra de ficción “The Martian” y no sólo busca crear una pequeña colonia en el cuerpo estelar, sino que pretende cambiarlo por completo.
De acuerdo con distintos expertos, incluyendo Carl Sagan, el agua de Marte se congeló hace más de 3.5 mil millones de años y alrededor del 90 % de su atmósfera desapareció a causa de las partículas solares. Ese hecho impide que cualquier tipo de vida se desarrolle aunque existan el hidrógeno y helio necesarios. Si se pudiese rescatar ese elemento de la estructura del planeta, los humanos podrían habitarlo sin problema alguno y evitaría que la geografía del planeta cambie de forma tan constante.
¿En qué consiste el proyecto?
La NASA expresó la propuesta de un científico que aún se mantiene anónimo: si un campo magnético es posicionado entre el Sol y Marte, éste evitará que las partículas solares afecten el planeta y permitirá que la atmósfera se recupere, tomando un aspecto similar al de la tierra. Dicho dispositivo llamado dipolo –una estructura con polos magnéticos con cargas opuestas en cada uno de sus lados– derretiría los mares y océanos, además evitará las tormentas de tierra que evitan cualquier análisis geográfico. Si la operación tiene éxito, la humanidad podría mudarse una vez que el problema de la transportación se solucione.
Jay Bennett, experto en el área, asegura que el cambio en la atmósfera de Marte no sería inmediato, pero no tardaría mucho tiempo. En unos cuantos años el efecto invernadero comenzará a funcionar de la misma forma que en la Tierra y la humanidad tendrá que esperar un poco para que todo el planeta sufra su efecto. Los gases también se convertirán en sólidos y sólo harían falta unas cuantas pruebas para asegurar que la civilización pueda vivir apropiadamente. Se necesitan analizar las duraciones de los días, el impacto del Sol en las estructuras que se crearon en este planeta y cómo se desarrollará la ingeniería civil. Por ese motivo se piensa que los únicos que deberían tener permitido viajar hacia Marte, al menos hasta dentro de 50 años, son los científicos y no las personas que tengan dinero para hacerlo.
¿Es posible hacerlo?
El proyecto es viable. El mismo director de la División Planetaria de la NASA, James Green, respaldó el proyecto y alabó la iniciativa del científico que lo propuso. La tecnología con la que cuenta es suficiente para ponerlo en marcha al menos dentro de la meta de tiempo que supone: 50 años. Una vez que inicie pasará al menos una década para considerar las posibilidades más claras. Para ese entonces no se estima que la Tierra esté pasando por una crisis como la que aparece en “Interestellar”, pero se cree que los daños causados por la contaminación pueden orillarnos a impulsar la idea de mudarse a Marte antes de lo que se pensaba.
Aunque la cuestión principal es si la humanidad puede vivir en otro planeta, otras más complejas nacen una vez que se considera un lugar como Marte: ¿Sucederá lo mismo que con la Tierra? ¿Seguiremos descuidando la atmósfera?, o finalmente se aprenderá a cuidar los aspectos que ofrece la naturaleza.
Mientras la tecnología siga ofreciendo posibilidades la respuesta toma matices muy ambiguos. Puede que la humanidad prospere, pero también es posible que destruya todo en su camino.
Fuentes:
Independent
NASA
Popular Mechanics