Cuando los dioses romanos vuelan en sus carruajes, es Vulcano quien los crea, cuando buscan armas para blandir en el campo de batalla, es Vulcano quien las forja y cuando las montañas rugen con temibles llamas, es la ira de Vulcano la que las manifiesta.
Vulcano fue hijo de Júpiter y Juno, su madre se horrorizó tanto con su aspecto físico que arrojó al pequeño bebé desde la parte superior del monte Olimpo. El descenso duró días y noches hasta que cayó al mar. Ahí, una ninfa llamada Tetis adoptó al recién llegado. Durante su juventud dedicó su vida a construir las más hermosas joyas para su nueva madre; durante una fiesta, Juno vio la increíble belleza del collar de Tetis y cuando se enteró que el hijo que había rechazado era creador de semejante obra de arte, exigió que Vulcano regresara al Olimpo.
El herrero se rehusó a seguir las órdenes de su madre y como respuesta le regaló un hermoso trono de oro, Juno creía que esto representaba un acto de buena voluntad, pero quedó atrapada cuando tocó el obsequio. Júpiter, su padre, le ofreció la mano de Venus, la diosa de la belleza, a cambio de la libertad de su esposa. Vulcano aceptó, pero su furia jamás podrá ser contenida, ninguna arma, joya o dama lo distraen de la decepción que tiene, su ira sigue vigente e incluso alcanza nuestro territorio a través de los siguientes volcanes.
Bárcena
En 1952, la Isla San Benedicto, ubicada a 350 kilómetros al sur de la península de Baja California, sufrió una serie de erupciones que destruyó la mayor parte de la flora y fauna local. El Bárcena fue el responsable de estos hechos y su nacimiento se extendería por un año, tiempo en el cual una densa capa de tres metros de cenizas y piedra pómez cubrió toda la isla. Si bien la fauna terrestre fue erradicada, esto no ocurrió con las especies marinas, lo que hace de este lugar un popular destino de buceo.
Chichonal
El Chichonal es un volcán estratificado que se considera como los más letales al arrojar cenizas y gases tóxicos en lugar de lava. Hasta 1982 solamente había sido estudiado como una potencial fuente de energía geotérmica, pero ese mismo año el Chichonal fue protagonista del mayor desastre volcánico en la historia moderna de nuestro país: un total de nueve pueblos fueron destruidos y murieron alrededor de 2 mil personas. Hoy en día, en el cráter de un kilómetro de diámetro, se encuentra un lago de color verde que puede ser visitado.
El Volcán de Colima
Con más de cuarenta erupciones desde 1576, el también conocido como “Volcán de Fuego” actualmente es una de las estructuras geológicas más activas de nuestro país. Su constante actividad hace que calcular su elevación sea sumamente difícil, pero se estima que está entre 3870 y 3940 msnm. A pesar de su nombre, la mayor parte del cuerpo de la montaña se encuentra en Jalisco, hacia el extremo occidental del Eje Volcánico Transversal. Sin duda uno de los más temibles pero hermosos volcanes en México
La Malinche
Los antiguos tlaxcaltecas lo nombraron Matlalcueye, esposa de Tláloc y diosa de la vegetación, mientras que los españoles lo bautizaron en honor a la mujer que los ayudó a llegar a Tenochtitlán. La Malinche es un volcán sísmicamente activo que se encuentra al sur-oriente del estado de Tlaxcala. Esta montaña y el Parque Nacional en el que reside, son un destino obligado para cualquier viajero interesado en el montañismo y la espeleología.
El Nevado de Toluca
Cuenta la leyenda que en los tiempos primigenios existían dos hermanos que disputaban el poder, uno por medio de la guerra y el otro mediante la religión. Los dioses decidieron matar al mayor para acabar con su violencia, pero el hermano menor se interpuso en el camino y perdió la vida. Ante esta situación, el hombre que sobrevivió decidió aterrorizar a la tierra con sus tiranías, los dioses para castigarlo lo colocaron en el centro del valle y le sacaron el corazón, fue por medio de este suplicio por el cual el volcán también llamado Xinantécatl nació. El Nevado de Toluca actualmente es uno de los destinos imperdibles para toda persona que visite la capital del Estado de México.
El Pico de Orizaba
La montaña más alta del país y la tercera en el continente (solamente detrás del Denali en Estados Unidos y el Monte Logan en Canadá). El Pico de Orizaba fue llamado Citlaltépetl o Monte de la Estrella en la antigüedad debido a que su casquete nevado es visible a varios kilómetros a la redonda. Gracias a su altura, su cima en la mayor parte del año se encuentra cubierta de nieve, lo que la hace ideal para practicar deportes invernales o montañismo.
Paricutín
La tarde del 20 de febrero de 1943, los pueblos de Paricutín y San Juan Parangaricutiro fueron testigos del nacimiento del volcán más joven del mundo. La lava de la erupción cubrió por completo al primer poblado y únicamente dejó en pie la iglesia del segundo; por fortuna no hubo victimas humanas debido a que hubo tiempo suficiente para desalojar a la población. En nuestros días es uno de los destinos turísticos más populares del estado de Michoacán.
El Popocatépetl
Las leyendas, expresiones artísticas y literarias en torno a esta estructura geológica son innumerables. La historia más conocida es la del guerrero llamado Popoca, que tras regresar del campo de batalla se encontró con la inesperada muerte de su amada, ante esto prosiguió a entregarse a los dioses, dando origen a los dos volcanes. El Popocatépetl es un destino ideal para los amantes de la naturaleza, si bien la cima se encuentra restringida al público en general, en el Parque Nacional se pueden realizar diversas actividades como ciclismo de montaña y alpinismo.
No es difícil imaginar los motivos que llevaron a los antiguos a crear cientos de mitos que explicaban la majestuosidad de estas estructuras geológicas, los volcanes se presentan como la perfecta representación de una deidad gracias a la belleza y el poder que los conforma.
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