Si tratamos de definir qué es lo que hace al ser humano tan especial, podemos hablar de su capacidad creadora. De todo aquello relacionado con el arte y que quedará como testimonio de la humanidad. La capacidad de observación y de análisis, junto a la creatividad e imaginación, han facilitado que el hombre sea el creador de grandes piezas u obras que nos inspiran y motivan a expresar lo que ocurre en nuestro interior. A transformar esos pensamientos que nos aquejan durante las noches o que nos inspiran a soñar y volar durante el día.
Por ese motivo, a lo largo de los años han existido artistas que han utilizado el pincel como la herramienta que les permite volar. Los trazos sobre el papel se convierten en el medio de comunicación con el que pueden exteriorizar aquello que se localiza en las profundidades de sus mentes y corazones.
Para muchos artistas la pintura se ha convertido en el medio para encontrar un poco de paz; sobre todo para esos grandes genios que no han sido comprendidos en su totalidad y cuyas vidas han sido inestables. Tal es el caso de Frida Kahlo y Van Gogh, quienes sufrieron en vida y padecieron enfermedades, buscando así refugio en un lienzo en blanco, mismo que se dedicaron a tapar con pintura.
Cuando se trata de analizarse a uno mismo, el autorretrato es un gran ejercicio; un ejercicio de análisis profundo que muestra los aspectos más luminosos que viven en una persona, pero también que revela lo que habita en esos lugares oscuros donde la luz parece no llegar.
Como ejercicio tanto interno como externo, el autorretrato se ha realizado por distintos artistas a lo largo de los años.
Estos son algunos de los autorretratos realizados por grandes artistas.
Leonardo da Vinci
Este autorretrato realizado alrededor de 1512 es uno de los más famosos de todos los tiempos, además de ser uno de los dibujos más conocidos de Leonardo da Vinci. Está realizado en tiza roja y mide 33 cm x 21,3 cm. Aunque el retrato nunca fue terminado por completo, pues faltan unos trazos de la parte superior y otros de la barba, los detalles fueron muy cuidados. En este retrato se puede analizar la forma en la que el artista se veía a sí mismo, casi puede compararse con la imagen de un filósofo, que en aquella época eran retratados con larga barba y ojos que demuestran sabiduría bajo esas tupidas cejas. Incluso, en el autorretrato se ve mayor a la edad que en realidad tenía (60 años aproximadamente). El único autorretrato que se tiene del artista se localiza en la Biblioteca Real de Turín en Italia.
Vincent van Gogh
Si hay un artista que tiene un gran número de autorretratos es Vincent van Gogh. Se tiene registro de 43 autorretratos del artista entre pinturas y dibujos que realizó aproximadamente en 10 años. En palabras de van Gogh buscaba “una semejanza más profunda que la obtenida por el fotógrafo [1]”. En este autorretrato realizado en 1889, van Gogh se pintó con una chaqueta y no con su habitual bata de trabajo. Además todo el enfoque está en su rostro; los ojos se ven demacrados y debajo de estos destacan ojeras que revelan una mirada ansiosa y fuerte. A diferencia de los autorretratos realizados en Arles, entre 1888 y 1889, esta pintura realizada en 1889 en Saint-Rémy muestra el rostro de van Gogh desde el lado izquierdo y no el derecho. Este autorretrato, considerado como el último del artista, se encuentra en el Musée d’Orsay en París.
Rembrandt
“Dicen y me lo creo fácilmente, que cuesta conocerse a sí mismo. Pero tampoco resulta obvio pintarse a sí mismo. Los retratos pintados por Rembrandt son más que el natural, rozan la revelación”, dijo van Gogh en referencia al pintor y al autorretrato.
Al igual que Vincent van Gogh, Rembrandt cuenta con un gran número de autorretratos; se estima que realizó aproximadamente cien entre los que se incluyen pinturas y dibujos. Esta pintura al óleo fue realizada en 1652, y muestra al pintor de frente con las manos sobre las caderas, lo que demuestra seguridad y confianza en sí mismo. Se localiza en el Museo Kunsthistorisches en Viena.
Frida Kahlo
Frida Kahlo es uno de los máximos referentes respecto al arte mexicano. Con más de 200 obras, la pintora mexicana eligió el autorretrato como la manera de expresarse para reflejar sus sentimientos y dolores más profundos.
La pintura Las dos Fridas la realizó en 1939. Se trata de un cuadro que muestra las dificultades en el matrimonio de la mexicana con Diego Rivera. Vestida de tehuana, una Frida representa las raíces mexicanas, mientras que la otra las europeas. Los corazones de ambas mujeres se conectan entre sí por una vena, mientras que la parte europea puede perder toda la sangre. Este autorretrato fue el primer trabajo de gran escala de Kahlo.
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Francisco de Goya
Goya atendido por el doctor Arrieta es un cuadro pintado por Goya en 1820. En esta pintura se refleja la enfermedad que padeció el artista en 1819 y que fue atendida por el médico Eugenio García Arrieta. En el cuadro se puede ver claramente la agonía y enfermedad del español, detrás de él el doctor le ofrece un poco de agua. En el fondo se observan los rostros de mujeres que podrían representar a Las Parcas. El cuadro muestra también una admiración por la ciencia, característica del siglo XIX y de la burguesía. Actualmente se localiza en Instituto de Arte de Minneapolis.
Diego Velázquez
Uno de los máximos exponentes de la pintura española y pintor del barroco fue Diego Velázquez, quien fue nombrado pintor del rey Felipe IV y dedicó gran parte de sus cuadros a la corte. El autorretrato del busto, pintado alrededor de 1640, junto con el de Las Meninas, es el único autorretrato que se tiene del pintor. Fue un cuadro cuya autenticidad estuvo en debate, pero después de su última restauración en 1986, se llegó a la conclusión de que se trata de un original. Actualmente se localiza en el Museo de Bellas Artes de Valencia.
Jan van Eyck
Retrato de un hombre con turbante es una pintura al óleo realizada en 1433 por el pintor flamenco Jan van Eyck. La pintura cuenta con el marco original y en la parte inferior se puede leer “JOHES DE EYCK ME FECIT ANO MCCCC.33. 21. OCTOBRIS” (“Jan Van Eyck me hizo el 21 de octubre 1433”). A pesar de lo que se podría creer, no está usando un turbante, sino un chaperón o tipo de capucha para la cabeza. Esta obra es considerada como una de las mejores obras del artista flamenco. Se localiza en la Galería Nacional de Londres desde 1851.
Pablo Picasso
El pintor y padre del cubismo ha sido considerado uno de los pintores que tuvieron mayor participación en distintos movimientos artísticos. Poco antes de cumplir los 20, Picasso llegó a París, lugar que le sirvió de inspiración y donde comenzó a integrarse en la vida bohemia. Entre prostitutas y alcohol, plasmó un ambiente melancólico con tonos fantasmagóricos y figuras pálidas. Este fue el inicio del “Periodo azul”. Este autorretrato fue uno de los primeros trabajos de este periodo; fue realizado en 1901, poco tiempo después del suicidio de Carlos Casagemas. En la imagen se puede ver la calma del hombre retratado, la austeridad de trabajo y el estilo bohemio de la época. El autorretrato se localiza en el Musée Picasso en París, Francia.
Eugène Delacroix
Autorretrato con chaleco verde es un óleo realizado sobre lienzo en 1837. En este autorretrato se puede observar el buen manejo del color del artista francés así como la calidad del trazo. Delacroix afirmaba que a través de la pintura se establecía un puente entre dos almas: el representado y la del representador. En este caso se trataría de un análisis del mismo Delacroix; una manera de exteriorizar su interior.
Salvador Dalí
Autorretrato cubista fue realizado por Dalí en 1923. Se trata de un óleo y collage sobre cartón pegado a madera. Durante la década de los años 20, Dalí se adentró en el cubismo, dejando grandes obras que muestran esta etapa en su vida. En este autorretrato la cabeza de Dalí se encuentra al centro del cuadro entre las líneas abstractas que ocupan gran parte del cartón. La pintura se encuentra desde 1990 en el Museo Reina Sofía en España.
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Referencias:
[1] Musée d’Orsay.
Musée Picasso Paris
Museo Reina Sofía