Es divertido ver cómo la gente cree que el artista perjudica su reputación o traiciona sus ideales al ver su obra como una marca. Peor aún si éste ve en sus formas un cheque que presente varios ceros; seguro con sólo pensarlo, alguien ya se persignó. Si no, su escándalo purista es como haberlo hecho, así que da lo mismo, hombres y mujeres de la buena costumbre. ¿Qué es lo que se espera de un artista, entonces? ¿Que se alimente de papel fabriano y aceite de linaza? Quizá que construya una instalación y viva en ella como un exceso estético en su producción. Claro. Porque ningún creativo en la historia tuvo que vender su trabajo para sobrevivir en este mundo.
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De acuerdo con una vieja historia, probablemente endeble, seguramente exagerada pero muy coherente, se cuenta que en una ocasión alguien entró al estudio de Picasso y después de admirar por algunos minutos lo que el malagueño estaba realizando, le preguntó al maestro cubista qué era lo que tenían frente a sus ojos, qué representaba lo creado. A esto, el mítico Pablo contestó que 200,000 dólares. ¿Corrompió su alma al no dar una razón artística –por decirlo de alguna manera– y sí un valor monetario a su cuadro? Absolutamente no. Supongo que como cualquiera, tenía servicios y deudas que solventar.
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Ser un genio en el arte no se contrapone con ser uno en los negocios, tampoco esta unión es exclusiva del arte contemporáneo; Picasso se abalanzó dramáticamente hacia el futuro y entendió mejor que muchos otros creativos del XX que el apasionarse por su trabajo va de la mano con la esperanza de ser remunerado por ello.
Atisbos de ese pensamiento –aquel que construyó un total branding a partir de una creación estética propia– se pueden advertir en algunas frases que dijo el vanguardista y se pueden retomar como consejos que oscilan entre la verdadera convicción en el arte, los alcances del éxito y la propagación de un sello vendible.
Por ejemplo:
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Descubre tu pasión verdadera
“Mi madre me dijo una vez que si iba ser soldado, me convirtiera en general; que si me hacía sacerdote, me nombraran Papa. En vez de esas cosas, fui pintor y me transformé en Pablo Picasso”.
Pablo Picasso
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Desafía las suposiciones
“Otros han visto un ‘qué’ y preguntado ‘por qué’. Yo he visto un ‘podría’ y preguntado un ‘por qué no’… Todo lo que puedas imaginar es real”.
P. P.
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Sé diferente
“El enemigo principal de la creatividad es el sentido común… Cada acto de creación es primero un acto de destrucción”.
P. P.
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Aprende haciendo
“Siempre estoy haciendo eso que no puedo, con el propósito de aprender a hacerlo”.
P. P.
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Desarrolla una actitud de “puedo hacerlo”
“Se puede lo que se cree que es posible hacer, no se puede lo que no se cree. Esto es una inexorable, indiscutible ley”.
P. P.
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Actúa
“La acción es la pieza fundamental para todo éxito. Sólo deja para mañana aquello que estás dispuesto a tolerar si es que mueres”.
P. P.
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Crea
“La inspiración existe, pero se debe encontrar trabajando”.
P. P.
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Experimenta
“Dios es realmente otro artista. Él inventó a la jirafa, al elefante y al gato. Él no tiene un estilo definitivo. Sólo intenta con cosas diferentes”.
P. P.
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Continúa evolucionando
“El éxito es peligroso. Se empieza copiando a uno mismo y copiarse así es más peligroso que copiar a otros. Eso dirige a la esterilidad”.
P. P.
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Crea una sinergia de vida-negocios
“Nunca permitas que una dicotomía gobierne tu vida, una en la que odies lo que haces y tengas placer sólo en tu tiempo libre. Busca situaciones en las que tu trabajo te dé tanta felicidad como tus minutos de diversión”.
P. P.
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Ser exitoso y artista no es una combinación equivocada; mucho menos en la actualidad. La renovación constante, correr peligros, saber que tu trabajo vale más que una apreciación estética (dinero), tener los mismos problemas que el resto de la gente y reconocer que prácticamente todo es un negocio en el que tu talento juega un papel primordial, son sólo algunos de los rostros que examinó Picasso en su profesión y todos aquellos que nos dedicamos al arte deberíamos tomar con más constancia de la usual. Para leer más sobre la opinión de este maestro cubista, conoce Las historias detrás de los mejores cuadros de Picasso y Los poemas en prosa de Picasso para dejar la pintura.