Presta atención durante los siguientes dos minutos estas pinturas:
“Niño con manzana”
(1886-1887)
“Joven con los brazos levantados”
(1885)
Con la primera imagen, ¿te han dado ganas de tomar la manzana que sostiene la niña entre las manos para darle un mordisco?, o ¿sentiste deseos de revolver el cabello rubio del niño o de acariciar sus mejillas rosadas para sentir la suavidad de su piel? En el caso de la segunda pintura, tal vez hayas sentido un ferviente deseo de ayudar a la modelo a hacerse esa larga trenza para tocar su cabello y de paso rozar en sus brazos para saber cómo se siente su carne. Si todo eso pasó por tu mente significa que el autor de ambos trabajos, Pierre-Auguste Renoir, uno de los impresionistas más importantes de esta corriente pictórica, cumplió muy bien su objetivo como creador. Él decía: «Yo no hago más que pintar, pintar y seguir pintando, hasta que tengo ganas de pellizcar. Entonces sé que ya está bien».
Terminar hasta que el artista sepa que su obra está viva, ¿no crees que es un gran consejo?
Para Renoir, el realismo y las sensaciones vívidas eran fundamentales para que una pintura se pudiera considerar concluida. El francés vivía por y para la pintura, fue un apasionado de la luz, de los colores y del deseo de abordar la vida cotidiana; relaciones dinámicas, sensuales y fascinantes del tiempo que le tocó vivir. Su filosofía personal, recogida en la cinta biográfica Renoir, dirigida por Gilles Bourdos, es una gran guía para aquellos que quieren hacer arte.
Los siguientes diálogos y frases han sido tomados de ese material y puestos a disposición del lector para que sirvan de consejo a aquellos pintores y artistas en general que quieran hallar un estilo propio en sus creaciones y lograr transmitir el mensaje que persiguen a su audiencia.
«Necesito material vivo. Me gusta la piel. El aterciopelado de la piel de una jovencita».
“Jóvenes tocando el piano”
(1892)
El pintor alude a la inspiración de lo real, de lo tangible, del cuerpo humano como fuente de maravillas para la creación del arte. En la vida, en la carne, en el brillo de la piel de una persona que está en la mejor etapa de la vida es donde se halla la sustancia del arte. Retoma estos elementos para que tus dibujos y pinturas estén vivos y respiren.
–¿Te gusta tu nueva modelo?
–Su piel no rechaza la luz, hiciste bien en mandármela.
“Jeanne Samary in a Low Necked Dress”
(1877)
Acepta toda la inspiración que creas que tiene calidad y que te transmite sensaciones positivas para la realización de tu arte. Un artista tiene muy clara la intuición de aquello que le sirve y lo que no es necesario para llevar a cabo su tarea. Renoir sabía que la luz era un aspecto fundamental de su obra y aquello que lograra capturarla y retenerla merecía su total atención.
«Hay que dejarse llevar por la vida como un corcho al que arrastra la corriente».
“The Grands Boulevards”
(1875)
Al momento de crear, el artista debe dejarse llevar por las corrientes de su inspiración para descubrir nuevas posibilidades. Actuar como un corcho movido por un mar bravío le ayudará a descubrir nuevas tierras y absorber todo lo que en ellas se encuentra en beneficio de su obra. Para encontrar tu estilo navega por distintos territorios y sentimientos hasta que descubras lo que más te apasiona. Así serás tú mismo al momento de crear.
–Cada vez pintas más deprisa.
–Toda la vida he cargado con complicaciones. Hoy, lo simplifico.
“Sunset at Sea”
(1879)
Actúa diferente a Renoir: empieza haciendo las cosas simples, sin complicaciones, después ya tendrás la oportunidad de crear de manera más elaborada. Una vez que sepas cómo se construye con pocos recursos serás capaz de ir incorporando mayores elementos, hasta gestar una obra de proporciones épicas que te satisfaga por completo.
«Lo que debe controlar la estructura no es el dibujo sino el color».
“Remeros en Chatou”
(1879)
Deja que los elementos esenciales de tu obra sean el eje rector de la misma. Si deseas que sea el tamaño el que impere, entonces pon todo el peso en él; si deseas que sean las sombras las protagonistas, entonces elimina todo aquello que no las hagan destacar. En el caso de Renoir, el color era la columna vertebral de lo que hacía. No perdía el enfoque en ello y eso lo llevó a que su obra se caracterizara por las tonalidades vibrantes de la luz. Define lo que quieres y siempre concentra tus esfuerzos en ello.
–Caminar me roba toda la fuerza. No me quedaría nada para pintar.
–¿Y cuando ya no pueda usar las manos?
–Pintaré con el pito.
“El Sena en Asnieres”
(1875)
Crea tu obra con los últimos recursos que tengas, pero jamás dejes de hacerlo. La pasión siempre encontrará las mejores maneras para manifestar tu talento y usar tu energía en beneficio de tu arte. Ya sea con el pito, con la lengua o con los codos, nunca te quedes inmóvil.
«Un cuadro debe ser algo amable, alegre».
“Jarrón de flores”
(1866)
Debes estar convencido de tus resultados antes de esperar la aprobación de los demás. Una vez que tú mismo seas capaz de ver tu obra bajo la perspectiva que deseas, exhíbela. Tu trabajo debe ser amable y alegre u horrible y deprimente, según lo que quieras provocar en el espectador. Siempre debe decir algo, jamás causar indiferencia.
«El dolor pasa, la belleza queda. Si no lo entiendes nunca entenderás nada».
“La primera salida”
(1876)
Tal vez hayas sufrido al hacer tu obra, pero la belleza de los resultados serán lo que lleve a tu persona y tu obra a la posteridad. Enfócate en gozar de lo que haces, en hacer de tu creación un momento de encuentro contigo mismo y la hermosura del mundo. La belleza de la felicidad es lo único que nos asegura que la vida sea un poco más soportable.
–Pinto como una niña.
–Está muy bien. Llevo toda la vida intentando pintar como un niño. Sin saber nada. Sin pensar.
“En la terraza”
(1881)
Disfruta de lo que haces sin pensar en lo que estás diciendo o lo que los demás van a opinar de ti. ¿Acaso un niño se detiene a analizar lo que hace y por qué lo hace? Él sólo actúa con espontaneidad, por eso es que la niñez es la etapa en la que la verdad y la libertad imperan por única ocasión en la existencia de todos. El arte se disfruta más cuando no sientes presión alguna.
Hay personas que fueron hechas para estar encerradas en una oficina y otras que definitivamente quieren otro estilo de vida. Si estás en esta última situación y quieres ganar dinero con tus creaciones, entonces “piensa como un artista” y aplica estos 10 consejos para vivir del arte. También puedes seguir los siguientes 15 consejos de mujeres artistas para quienes quieran triunfar.
