El éxito que está demostrando “La Chica Danesa”, filme de Tom Hopper, ha atraído la mirada a dos personajes de extrema relevancia en nuestra historia y que parecían haber perdido cierto fulgor. Hablamos de Lili Elbe y Gerda Wegener, dos íconos del arte, del erotismo y del movimiento LGBTTTI actual; no es necesario ahondar demasiado en aspectos que ya han sido divulgados sobre sus vidas, salvo aquellos que quedan inconclusos en la película y que se podrían tomar como absolutamente verdaderos si no se ha leído sobre ellas.
Lili, habiendo nacido como Einar Wegener, no murió tras la segunda cirugía sino hasta la quinta; después de intentar fallidamente tener ovarios (que amablemente le donó una mujer de 26 años) y un útero. Con el sueño de ser madre algún día perdió la vida. Al fallecer, su esposa intentó seguir una carrera en Marruecos y Dinamarca sin tener mucho éxito.
Gerda Wegener
Pero eso no siempre fue así. De hecho, Gerda tuvo mayor nombre artístico si se le compara con su ex-esposo; su actividad en la Academia de Bellas Artes de Copenhague fue altamente reconocida, tiempo después su trabajo opacó al mismo Wegener, y en París, su magia para el bocetaje y la ilustración le colmaron de gloria.
Llegó a hacer portadas para “Vogue” y “La Vie Parisienne”, como también un sinnúmero de exposiciones en solitario que mostrarían ante el mundo, hoy con nuevos reconocimientos, que su producción tenía aires precursores de la feminidad contemporánea, de la conciencia y uso del cuerpo autónomo de las mujeres, del arreglo personal y a la moda sin miedo a la crítica, y la revolución de las vanguardias en el arte.
De tintes homo-eróticos, que bien pudieron ser inspirados por la transexualidad de Lili o por sus propias preferencias, y con matices que mezclaban el art-decó, el romanticismo, el cubismo y la vida parisina a la que estaba expuesta, se desarrolla a partir de ella una obra identificable por acuarelas y tintas que gritan a todas voces la época de que datan.
“Erotismo y poesía: el primero es una metáfora de la sexualidad, la segunda una erotización del lenguaje”.
-Octavio Paz
“El erotismo es como el baile: una parte de la pareja siempre se encarga de manejar a la otra”.
-Milan Kundera
“El erotismo está en la aprobación de la vida hasta en la muerte”.
-George Bataille
“El erotismo es una de las bases del conocimiento de uno mismo, tan indispensable como la poesía”.
-Anaïs Nin
“El erotismo sobrevive a todo”.
-Paul Bourget
“El erotismo es el homenaje que la inteligencia rinde a la vulgaridad de la carne”.
-Enrique Serna
“De todas las aberraciones sexuales, la más singular tal vez sea la castidad”.
-Remy de Gourmont
“La lujuria merece tratarse con piedad y disculpa cuando se ejerce para aprender a amar”.
-Dante Alighieri
“Sin prohibiciones no hay erotismo”.
-George Bataille
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