Cuando las miniaturas se juntan con lo macabro, el resultado puede ser angustiante para más de uno. Esto ocurre con las esculturas de QuimmyShimmy.
Realizadas con arcilla polimérica, las esculturas se destacan por el extenso uso de los colores pasteles, en particular el rosa, que podría considerarse un color amable y poco estridente. Sin embargo, la quietud que podría evocar el color pastel contrasta con el uso de distintas partes corporales y órganos. Desde las cabezas de pequeños bebés, brazos, corazones, dientes y cerebros; así como de la yuxtaposición de estas partes con escenarios poco usuales, ya sea de exhibición o de comida.
En muchos casos es posible encontrar que las esculturas están acomodadas en recipientes pensados para exhibirse o conservarse, como una caja de chocolates, una tira de medicinas, un envoltorio de celofán transparente, una máquina de chicles o un mini expendio de dulces. Mientras que cuando se trata de mostrar estas partes como comida, aparecen escenas de corazones, pezones y cerebros enlatados; caras de bebés en macarrones o en paletas; pays de corazón y licuados hechos de cerebros, ojos y dientes.
A pesar de ello, muchas personas encuentran en estas figuras motivo de asombro y disfrute. Aunque reconocen la ansiedad que generan las esculturas, también las asocian con la lindura, sin duda una consecuencia de la paleta de colores, así como el detalle al momento de fotografiar su trabajo.
Detrás de las piezas se encuentra Lim Qi Xuan, una artista diseñadora de 25 años de Singapur que suele firmar su obra como QuimmyShimmy y quien asegura, la fantasía es el principal motor de su producción artística:
«Mi sensibilidad estética ha sido formada por mi amor por las historias fantásticas, curiosidades viejas, viajes en el tiempo y mi anhelo por mundo naturales e imaginados».
Es esta mezcla entre la fantasía y la realidad dotan de rareza su trabajo, pero también de cierta exclusividad, dado que se trata de un proyecto muy personal y hasta ahora sin afán de lucro. Pocas piezas suelen ser expuestas en galerías o museos y sólo una pequeña selección es vendida al público.
Esto responde a una ética de trabajo de carácter artesanal, donde cada pieza es totalmente única y tiene un tiempo de producción que va en contra de la reciente tendencia de inmediatez que esperamos de la producción mercantil de este tipo de objetos —sean artísticos o no—.
No obstante, a pesar de resguardar su arte, sus redes sociales –en particular Instagram– han probado ser suficientes para proyectar su labor de forma internacional y hacerla partícipe de diversas exposiciones, incluso en solitario. Por si fuera poco, su fotografía ha sido utilizada para la difusión de fake news. Quimmyshimmy lo explica en una de sus propias fotografías en Instagram:
«Existe un grupo en Facebook que afirmó que mi trabajo eran “Nuevos dulces de Tailandia” y porque esta pieza de noticias falsas se ha vuelto viral y ha comenzado a distribuirse en otros canales, necesito aclarar un par de cosas:
Esto trae a la luz no sólo los problemas a los que se enfrentan los artistas en la era digital frente al robo de su propiedad intelectual, sino también cómo aquellos que se dedican a disciplinas artísticas tan reproducibles —como una lata de cabezas— se arriesgan a que su trabajo se vea redistribuido sin su consentimiento y replicado de forma física.
Encuentra más del trabajo de QuimmyShimmy en su Instagram y su sitio.
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