Imagina que desde tu percepción quieres abarcar todo. Deseas entender tu lugar en la sociedad, en el país que te inspira respeto, en el mundo que estás ayudando a construir o destruir y en el universo entero, esa masa oscura indiferente a ti. Necesitas salir, alejarte y desde la altura y lejanía conectar los hilos de lo que es tu existencia. Pensar que eso es imposible es fácil o por lo menos lo es hasta que descubres el arte, en especial cuando te enfrentas a una escultura de Richard Serra.
El artista estadounidense tiene la capacidad de hacerte sentir mínimo ante el universo. Piezas de acero que se levantan en medio de una blanca habitación. El material desentona con lo que usualmente encuentras en un museo o galería, razón por la que la fama de Serra es aún más extraña.
En la época en la que los artistas son criticados por crear sin un discurso y engañar a la gente de que cualquier cosa puede ser arte, él declara que su obra no tiene un gran discurso conceptual y deja que la pieza hable por sí misma. Sin embargo, en lugar de ser duramente criticado, es uno de los personajes con mayor aprobación en el mundo del arte.
Hay algo en esas curvas de metal que se alzan sobre ti. Ver una obra de Serra en vivo es similar a sumergirte en una pintura de Malevich, Rothko o Pollock. Es la totalidad de las cosas enfrentándote, la catarsis gestándose hasta que descubres que la obra esconde los secretos de la vida y de tu ser, es la prueba de que una pared sí es una obra de arte. Frente a ellas, dimensionar su grandeza es difícil, pero al ver las fotografías aéreas puedes darte cuenta de la belleza que existe en el metal. Así como los pintores antes mencionados, su trabajo te sumerge en la totalidad de las cosas. No es un universo personal, es la totalidad de las cosas.
Desde la ruptura con la pintura que siempre fue considerada la expresión más importante en el arte, Serra comenzó a trabajar con un material que conocía muy bien. En sus años de estudiante, durante los 50, trabajó en una acerera para cubrir los gastos de la universidad. Ahí estudiaba Literatura y después haría lo mismo con Pintura. Su primer inclinación era continuar con el trabajo de la academia, pero después empezó a experimentar con plomo, caucho y acero; no pasó mucho tiempo para que encontrara un estilo que sería precursor del land art.
“Every Which Way”, “Silence (for John Cage)” y “Rounds: Equal Weight, Unequal Measure” son parte de su trabajo más reciente, el que muestra un estilo mucho más brutalista que en el pasado.
Obras que pesan toneladas, esa es una de las características de Serra. El peso de la obra se contrapone con la levedad del cuerpo. Si las obras de antes nos hacían ver nuestra insignificancia en el universo, sus más recientes trabajos nos demuestran la fragilidad del ser humano. Una obra de Richard Serra vivirá mucho más que cualquier persona, al final sólo quedará el arte y nosotros habremos desaparecido.
Imposible de pasar desapercibida, la obra del artista estadounidense acaparan las mejores y más grandes salas que son reservadas para los artistas más relevantes. él se atrevió a desafiar la política y esencia del arte de su época y aunque esos no son los artistas más famosos, sí dejan una huella mucho más profunda en la historia del arte. Junto a James Turrell, Cai Guo-Qiang y Nam June Paik; Richard Serra recrea los límites del arte.