La historia de Elizabeth Siddal comenzó cuando el pintor Walter Howell Deverell, miembro de la Hermandad Prerrafaelita la descubrió en el invierno de 1849 y 1850. La mujer trabajaba en una tienda de un molino, casi al punto de la explotación en condiciones sumamente desagradables las cuales afectaban directamente su salud y su estado físico. Tan pronto y Deverell encontró a Elizabeth fue corriendo a contarle a sus amigos y colegas Dante Gabriel Rossetti y William Holman Hunt, sobre la joven de impactante belleza y altura que había encontrado en la calle.
Deverell inmediatamente le ofreció trabajo como modelo a Lizzie y esta aceptó, a pesar de que en ese entonces la profesión de modelo era mal vista ya que tenía una fuerte asociación con la prostitución, pero, cualquier cosa era mejor que el trabajo que tenía. Al principio, Siddal comenzó a trabajar como modelo medio tiempo y consiguió otro trabajo en una tienda de sombreros. Sus primeros trabajos como modelo se pueden apreciar en Duodécima noche de Deverell, Una familia británica convertida que protege a un sacerdote cristiano de la persecución de los druidas y Valentine Rescatando a Sylvia de Proteus de Holman Hunt. Siddal también modelo para Rossetti, amigo de Deverell en su faceta más desconocida en 1850.
Elizabeth Saddal / Foto: Wikimedia CommosLizzie Siddal tenia 20 años, era una mujer sumamente alta y delgada, con facciones marcadas y un abundante y largo cabello en tonos rojos y cobrizos. Aunque ahora la apariencia de Lizzie resulte bastante natural y dentro de los cánones de belleza establecidos, en 1850 rompió con el estereotipo de mujeres regordetas y el mal visto cabello pelirrojo. A través de su trabajo de modelaje y el éxito de las pinturas en las que apareció, Lizzie ayudó a cambiar la opinión pública sobre la belleza.
Fue cuestión de años para que Lizzie pudiera trabajar tiempo completo en el modelaje. En 1852 después de trabajar para Ofelia de John Millais, su rostro se hizo famoso. Sin embargo, para ese entonces Siddal había establecido una relación romántica con Rossetti, quien llenó de celos pidió que modelara únicamente para él.
John Millais, Ofelia, 1852. / Foto: Wikimedia CommonsLa historia de amor entre Siddal y Rossetti fue bastante tumultuosa, actualmente se le consideraría una relación “tóxica”, llena de infidelidades, celos, manipulación, y promesas inconclusas, fue muy difícil para ambos lidiar con las infidelidades de Rossetti y la adicción al láudano de Siddal.
En 1854, Siddal comenzó a pintar e inmediatamente tuvo excelentes resultados, Rossetti fue su maestro. John Ruskin, el crítico de arte, tuvo la oportunidad de conocer su trabajo y ante la sorpresa de su talento le ofreció un salario anual para permitirle pintar, 20 veces mayor a lo que ganaba en la tienda de sombreros. Tres años después Siddal fue la única mujer en la Exposición Prerrafaelita en Londres.
Dante Gabriel Rossetti, Elizabeth Siddal, 1854. / Foto: Wikimedia CommonsUn par de años después, Siddal renunció a la beca de Ruskin ante el agobiante control que sentía por parte del pintor, a la par de las complicaciones de salud y trabajo a las que se enfrentaba, estaba agotada. Usando sus ahorros, viajó a Sheffield, el lugar de nacimiento de su padre, para quedarse con sus primos. Lizzie pronto se mudó a una casa de hospedaje y se inscribió en la Escuela de Arte de Sheffield, decidida a convertirse en artista por su cuenta. Siddal, harta de las infidelidades que aumentaron bastante cuando se mudó, terminó con la relación con Rossetti en 1858. Posteriormente, enfermó gravemente en la primavera de 1860. Su familia contactó a Ruskin y él le dijo a Rossetti, quien se apresuró a estar con ella. Rossetti llegó con una licencia de matrimonio, tan pronto Lizzie se recuperó, se casaron.
Al finalizar su luna de miel, Lizzie se dio cuenta de que estaba embarazada, Rosetti inmortalizó esta etapa en su melancólico cuadro Regina Cordium. Ella estaba feliz, encantada con la maternidad, pero no pudo controlar su adicción al láudano, su hija nació muerta un 2 de mayo de 1861. La modelo cayó en una profunda depresión y su relación con Rossetti empeoró debido a las sospechas de sus frecuentes infidelidades.
Dante Gabriel Rossetti, Regina Cordium, 1860. / Foto: Wikimedia CommonsEl 10 de febrero de 1862 cuando Rossetti salió a dar su clase nocturna en el Working Men’s College vio que Lizzie había tomado su dosis habitual de láudano, dejando la mitad de la botella llena, pero al regresar descubrió la botella vacía junto con una nota suicida. Rossetti no pudo despertar a su esposa, murió al siguiente día; Lizzie tenía 32 años, estaba embarazada y probablemente sabía que el bebé tampoco toleraría su adicción.
La historia de Lizzie no terminó con su muerte, Rossetti guardó en el ataúd de su esposa la única copia de los poemas que había escrito y siete años después, decidió que los quería de vuelta. Una noche en el otoño de 1869, su ataúd fue exhumado del cementerio Highgate de Londres, a la par del inicio de un gran incendio.
Se dice que cuando Rossetti abrió el ataúd, pudo contemplar el cuerpo de su esposa perfectamente conservado y su cabello cobrizo había crecido hasta llenar el ataúd. Los poemas recuperados fueron publicados y gozaron de un enorme éxito, él guardó el secreto de su procedencia durante muchos años.
En portada; John Millais, Ofelia, 1852 . / Wikimedia Commons