Japón es sinónimo de miedo. No podemos negar la capacidad de los nipones para sacar uno que otro grito aterrador, saltos inesperados y un sinfín de pesadillas con sus producciones, principalmente cinematográficas, que no tienen límite alguno cuando se trata de asustar al prójimo. Por ello, no es de sorprenderse que una de las leyendas de terror más temibles y tétricas del mundo se centre en el país asiático; un mito que ha recorrido el país desde 1919, cuando Yomota Inuhiko publicó un libro de poemas llamado The heart’s is like a Rolling Stone en el que incluía uno que emanaba misterio con tan sólo ver sus primeras letras, puesto que esconde un macabro secreto.
Luego de que el libro salió a la venta, muchas personas murieron o sufrieron accidentes que les dejaron en casa por un tiempo: los doctores coincidieron en que lo único que tenían en común sus pacientes era un libro, el poemario de Inuhiko, y todos habían leído el poema maldito, titulado “Tomino No Jigoku” —en español, “El infierno de Tomino”—. El poema estaba poseído o eso comenzó a decirse con el paso de los años, puesto que todo aquel que lo leía en silencio sufría algún percance, pero si por algún motivo se leía en voz alta, la muerte sería inminente. Este rumor comenzó cuando en una estación de radio, un locutor habló del poemario como un dato curioso y se dispuso a leerlo en voz alta; sin embargo, cerca de la mitad no pudo continuar y rápidamente programó una canción. Al terminar aseguró que algo le impedía continuar con la lectura y comenzaba a sentirse mal. Dos días más tarde se lesionó la rodilla gravemente. Ante semejante situación, se comenzó a prohibir el poema y en la actualidad aún es motivo de temor, aunque no deja de ser un mito. Aun con ello, los versos fueron leídos o al menos ojeados por Suehiro Maruo, quien se inspiró en tan aterradoras palabras para crear un manga cuya historia contara lo mismo que el poema, pero quizá más real.
Así nació Tomino No Jigoku, una historia fascinante y aterradora digna de recorrer el mundo con su miedo. El poema narra la travesía de un niño muerto al infierno, donde le reciben con un campo sin hierba, una mujer golpeando con un látigo y un camino lleno de vapor y mal olor. En el manga hacen referencia al mismo camino y ambiente pero con la diferencia de que está ambientado en el mundo real. La historia se lleva a cabo en un circo donde los fenómenos son la principal atracción. Cierto día, la carpa llega a un pueblo en busca de más personas a las cuales explotar, de pronto se topa con dos huérfanos gemelos, una niña y un niño que están al cuidado de su padrastro. Al verlos idénticos y con la necesidad de salir de las malas condiciones en que los tiene el hombre, solicita su compra, a lo que el padrastro no puede negarse y los deja ir.
Maruo presenta a sus lectores una trama psicológica a la que se debe prestar atención o de lo contrario no hay manera de entender el porqué y el cómo es que cada personaje influye en la vida de los gemelos cuyos nombres son Kana y Tomino, quienes viven el peor de los infiernos en el circo. Son explotados, usados y humillados al grado de querer irse al verdadero averno, puesto que ellos prefieren la tortura de Satanás a seguir inmersos en un ambiente hostil y cansado. La trama se desarrolla principalmente en Tokio entre 1926 y 1989, momento de la apertura a Occidente en Japón, por lo que las intervenciones surrealistas no se hacen esperar y el panorama en el que convergen es una burla a la vida, además de reírse de la muerte y del mal directamente.
Sin embargo, aprenden a querer un poco el infierno que los ve crecer, puesto que en ese lugar se sienten y son diferentes. Cada uno posee una cicatriz que, al unirlas, embonan a la perfección demostrando que probablemente fueron siameses, lo que les vuelve un par de fenómenos dignos del circo al que pertenecen. En ese lugar conocen a algunos otros freaks que los tratan mal y otros que los veneran. Durante la trama se enfrentan a tratos peores cada vez por parte del Sr. Wang, el dueño del circo, quien no se inmuta al dañarlos psicológica y físicamente, en especial cuando está bajo el efecto de las drogas. De hecho, el manga entero pareciera sacado de la mente de un adicto puesto que las ilustraciones fueron hechas por el mismo Suehiro Maruo con la intención de darle a su público una mejor experiencia, ya que cada dibujo es reflejo de los diálogos.
Cada imagen refleja la retorcida y enigmática mente del ilustrador y escritor acaparando lo estético y lo temático, así, crea una obra de arte moderna que nada tiene que ver con otros mangas o animes que se quedan a la mitad, mostrando sólo una parte del infierno terrenal y de la humanidad de los personajes. En Tomino No Jigoku no hay forma de que esto pase inadvertido, es de hecho una característica de este manga que busca impregnarse en la mente de sus lectores, dejando que el infierno se apodere de ellos, que le dé maldad a su vida y que se sienta como si no hubiera nada más que infelicidad y temor en su existencia. Léelo si te atreves a vivir una experiencia paranormal y poco común que involucra sangre, terror y niños.
Si quieres leer el manga, puedes hacerlo aquí y si tienes dudas sobre el poema maldito, te lo dejamos a continuación y así encontrarás la relación entre el manga y los versos terroríficos… si es que decides correr el riesgo de leerlo y no volver a respirar jamás.
“Tomino No Jigoku”
Su hermana mayor vomitó sangre, su hermana menor vomitó fuego
Y el lindo Tomino vomitó cuentas de vidrio.
Tomino cayó al infierno solo.
El infierta está envuelto en oscuridad, e incluso las flores no crecen.
¿Es la persona con el látigo la hermana mayor de Tomino?
Me pregunto de quién será ese látigo.
Golpea, golpea, sin golpear.
Un solo camino del infierno familiar.
¿Lo guiarías al oscuro infierno?
¿Hacia la oveja de oro o hacia el ruiseñor?
Me pregunto cuánto habrá puesto en el bolsillo de cuero
Para la preparación del viaje por el infierno familiar
La primavera llega incluso en el bosque y vapor.
Incluso en el vapor del oscuro infierno.
El ruiseñor en la jaula, la oveja en el carro.
Lágrimas en los ojos del lindo Tomino.
Llora, ruiseñor, por el bosque lluvioso.
Sus gritos de que ha perdido a su pequeña hermana.
El llanto reverberó por todo el infierno.
Los pimpollos de peonías
Haciendo círculos en torno a las siete montañas y a las siete corrientes del infierno
El viaje solitario del lindo Tomino.
Si están en el infierno, tráemelos.
La aguja de las tumbas
No voy a perforarlos con la aguja roja.
En el hito del pequeño Tomino.
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Está bien si no quieres recorrer el infierno, pero quizá puedas volver al pasado como tanto anhelas y cambiar el destino, al menos eso dice este manga que hará que dejes de odiar los productos asiáticos, incluso querrás ver estas películas de animación japonesa una y otra vez.