*Este artículo ha sido modificado por Cultura Colectiva
Rauschenberg puede ser un artista muy controvertido para aquellos que no ven valor en el arte conceptual que experimenta con distintos medios, sin embargo, el estadounidense es uno de esos artistas que no crea por crear, sino que tiene un fundamento teórico, usualmente en forma de cuestionamiento detrás de sus propuestas. Además, en repetidas veces, su homosexualidad fue deliberadamente ignorada por grandes instituciones artísticas como el MET de Nueva York, mientras que en vida, este rasgo, aunque muy velado, también se trató de un elemento diferenciador.
[Almanac, 1962.]
Cuando se habla de categorías artísticas en relación a Rauschenberg, éste es clasificado como un artista del neodadá, es decir, una vertiente del dadaísmo durante el medio siglo que recuperó la intencionalidad del dadá, así como distintas técnicas, entre ellas el collage, el ensamblaje de objetos dispares, así como lo que hoy es conocido como el “arte encontrado” —ready made, en inglés—, que retoma objetos que no son propiamente arte, pero son intervenidos para convertirlos en ello. La segunda etiqueta que suele acompañarlo es la del expresionismo abstracto, una corriente que estaba en boga en Estados Unidos durante la década de los 50.
[Sin título, (Night Blooming), 1951.]
Esta raigambre de conceptos y técnicas enriqueció la creación de Rauschenberg. A inicios de su carrera comenzó a experimentar ampliamente con el collage, hasta el grado que comenzó a incorporar distintos materiales que no sólo eran pintura o papel, como lo son las alfombras, por ejemplo.
[Revolver IV, 1967.]
Los combines
Su experimentación llegó a tal punto que pasó de materiales planos que le daban distintas texturas a sus pinturas a incorporar objetos completos a su obra, mismos que llamó “combines”. El ejemplo más representativo es Monograma (1959), una cabra disecada que intervino colocándola en una llanta y pintando su rostro sobre un lienzo de madera y ruedas.
Una de sus obras más polémica es Automobile Tire Print —Impresión de una llanta de automóvil— de 1953, en la que colaboró con el afamado músico John Cage. Esta impresión fue realizada colocando pintura frente la llanta del Ford de Cage, quien fue instruido de manejarlo sobre las hojas en las que se fijaría la tinta. Son muestras como éstas las que evidencian los cuestionamientos de Rauschenberg sobre el arte y sus etiquetas. Automobile… ha sido catalogado de mil formas, como una impresión, un dibujo, un performance. Al tiempo que pone en duda los fundamentos de la autoría. El Museo de Arte Moderno de San Francisco lo explica:
«A pesar de que la línea de pintura negra hecha por el patrón de la llanta está sujeta al ideal del expresionismo abstracto de capturar la expresión artística, el hecho de que la marca fuera creada no por la mano de Rauschenberg, sino a través de la acción de un automóvil conducido por un amigo, propuso una nueva definición de lo que significaba ser un artista».
En otras palabras, piezas de arte como ésta ponían en duda quién era el autor, ¿Rauschenberg o Cage? Estos juegos y cuestionamientos del arte se repitieron a lo largo de su obra. Él es responsable de presentar en galerías lienzos cubiertos por completo con pintura blanca, White Paintings (1951) son cuatro paneles que Rauschenberg dejó totalmente en blanco. El objetivo de tal acción era reducir la pintura a su expresión más simple. Esta corriente monocromática ha provocado diversas reacciones, entre quienes no ven mérito alguno y aquellos que sí lo reconocen. En repetidas veces se ha considerado que el punto de White Paintings es que la obra muta de acuerdo al lugar donde está, la luz disponible y quien está frente ellas, pues el lienzo blanco resulta mucho más susceptible a los cambios a su alrededor.
La destrucción: ¿medio para o propiamente arte?
El ámbito destructor probablemente ya estaba presente en el resto de su obra, en el que transformar los medios al pintar sobre ellos, destruía cierta parte de sí mismos, no obstante, el ejemplo más representativo del afán destructor del arte fue Erased de Kooning Drawing (1953). Para ello le solicitó a de Kooning un dibujo, mismo que borraría. Cuenta la historia que de Kooning decidió darle un dibujo hecho con carboncillo y lápiz, mismo que Robert tardaría hasta 2 meses en borrar. Una vez borró el dibujo, añadió una leyenda, fuera de cuadro, que indicaba el título.
De esta forma, desafió los convencionalismos del arte, mostrando que a partir de la desaparición de una obra también puede surgir más arte, sino es que el mismo acto de destruir puede considerarse arte. Este cuadro ahora es una especie de predecesor de lo que Banksy realizó en una subasta de arte, en la cual su pintura comenzó a autodestruirse justo después de ser subastada. No obstante, esto tan sólo provocó que la obra incrementara su valor.
Su vida privada e influencia
Su experimentación sin duda estuvo íntimamente relacionada con su vida privada. En cuanto a ese ámbito, Rauschenberg estuvo casado con Susan Weil, también pintora estadounidense que destacó por sus obras tridimensionales, que si bien no son como las de Rauschenberg, no resulta difícil encontrar las similitudes en cuanto al collage y el uso de objetos típicamente “no artísticos”. Asimismo, mucho se ha escrito sobre su divorcio y posterior relación con Jasper Johns, artista de la misma corriente que es famoso por sus banderas, Flags.
[Short Circuit, con una pintura de Susan Weil y la reproducción de Elaine Sturtevant de la Flag de Jasper John, 1955.]
La relación con Johns resultó sumamente fructífera en sus 6 años de duración, en la que ambos alcanzaron un gran reconocimiento, por lo general en pareja “Rauschenberg-Johns”. Lo anterior, al parecer fue la debacle de su relación tanto amorosa como artística, en la que Johns no podía brillar por sí solo y en la que Rauschenberg sufría por reavivar su carrera. Sin embargo, mucho se ha rescatado sobre la temática que ambos proponían y los símbolos que incluían en sus obras. David Spiher, artista, explica:
«… los dobles sentidos visuales —muchos penes rellenos y almohadas unidas y sacos de tela que tienen la doble función como un sustituto de las nalgas y escrotos— y la evidente sexualidad —muchas sábanas y ropa sucias—, presentadas en estas galerías son bastante obvias si tienes aunque sea una pizca de historia gay. […] ensayistas hacen mucho alboroto sobre las implicaciones “poéticas” de las elecciones de los collage de Rauschenberg, en particular los objetos circulares […] son vistos como metáforas de la velocidad, el vuelo y la vida moderna. Lo único que yo veía eran esfínteres, esfínteres en todos lados».
[Bed, 1955.]
Independientemente de sus problemas con Johns o lo brillante que fue su colaboración, la creación artística de Rauschenberg pasó a la historia y actualmente es reconocido como uno de los artistas más influyentes del siglo XX en Estados Unidos, que sentó las bases para que el pop art se desarrollara y el hecho de que los museos actualmente deseen borrar su pasado homosexual por miedo a herir susceptibilidades actuales, tan sólo demuestra el arrebato de la historia gay a manos de los dictadores del gusto y del entretenimiento cultural.
[National Spinning / Red / Spring (Cardboard), 1971.]
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