Muchos tenemos la mala idea de querer ser perfectos. Buscamos siempre la manera de deshacernos de eso que llamamos defectos con la intención de sentirnos más seguros. Desde pequeños observamos que si tenemos algo diferente las demás personas nos señalan y juzgan, debido a que la sociedad ha establecido estereotipos con cánones de belleza considerados ideales. En muchas ocasiones las personas que sufren algún tipo de violencia física o emocional por su aspecto físico traen consigo malas consecuencias. Existe la posibilidad de llegar a una obsesión por conseguir la perfección y ser aceptados. Asimismo, la imposibilidad de no poder corregir esos defectos puede causar depresión y por consiguiente ideas suicidas. Ese imaginario se ve reflejado en la obra de pictórica de Alessandro Sicioldr.
Los defectos no son más que ideas subjetivas. La mayoría de las veces se deben a las influencias sociales. Nosotros mismos exageramos y les damos una importancia que realmente no merecen. Los convertimos en obstáculos de nuestra felicidad porque no comprendemos que la autoaceptación es la principal solución. Así que todo depende de nuestros pensamientos, por ende, debemos aprender amar a lo que consideramos que son defectos físicos.
Con la autoaceptación no nos referimos a ridiculizarnos a nosotros mismos, sino a reconocer qué y cómo nos afecta. Reflexionar realmente por qué consideramos que son defectos. Lo probable es que notemos que nuestras ideas hayan sido influenciadas por los estándares que estableció la sociedad, además de las críticas que nos han hecho con el paso del tiempo. Nuestro principal problema es que categorizamos como malas estas características basadas en lo que los demás suponen y dicen. Aceptarnos tal cual somos propicia una buena autoestima, ya que aprendemos a valorarnos.
Hablar acerca de ellos te dará más seguridad, pues notarás que quizás algunos rasgos que has tachado como feos las demás personas ni los noten. Sólo les dimos la importancia que no merecían porque, cabe señalar, somos nuestro propio crítico y el más severo. Además, expresar lo que sentimos y pensamos hará que eviten mencionar el tema nuevamente, ya que sabrán que para nosotros no es divertido.
En el mundo del arte el significado de belleza es distinto, pues algunos pintores colocan a propósito defectos en sus obras. Ellos consideran que los defectos son lo que nos forma como humanos y también lo perfecto de lo imperfecto. En ese sentido, lo bello no es tan relevante como el significado. Pasa igual con las personas, ya que en el exterior tienen rasgos que las hacen auténticas. El verdadero valor está en la personalidad de cada quien.
Los cuadros del pintor italiano Alessandro Sicioldr se caracterizan por tener una composición surrealista y una belleza peculiar. Son pintados con varias técnicas tradicionales y estilos antiguos. Además sus personajes y escenarios son una representación de lo que yace en su inconsciente. Cuando era pequeño temía dormir, pues estas imágenes comenzaron aparecer en sus sueños.
Para él al principio no tiene ningún significado alguno lo que sueña, pero éste se forma al mismo tiempo que pinta. No piensa en el simbolismo porque el razonamiento deliberado e intelectual podría arruinar la pureza de la composición y daría un resultado falso. Él descubrió que al finalizar sus pinturas se encuentran en la sección áurea (regla de oro).
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Preocuparnos por nuestro físico es normal, pero caer en los excesos puede afectar distintos aspectos de nuestra vida y es señal de que no está bien. Nuestros defectos nos hacen únicos, entonces al contrario de ocultarlos debemos hacer una mejor versión de nosotros y sentirnos orgullosos de ellos.