Este artículo fue publicado originalmente por Diana Garrido el 26 de octubre de 2017 y ha sido actualizado por Cultura Colectiva.
¿Cuánto mide tu pene? Si estás dentro del promedio, la medida debe ser de aproximadamente 13.12 centímetros cuando está erecto, según la revista británica de urología BJU Internacional. Dicha publicación realizó un estudio en el que entrevistaron a cerca de 15 mil 500 hombres y les hicieron diferentes pruebas en las que encontraron el tamaño más común. Si esto se hubiera dado en el Renacimiento, probablemente los penes habrían tenido un tamaño mucho más pequeño o quizá al tener los 13 centímetros del estudio actual, se les habría considerado estéticamente imperfectos, puesto que lo ideal en ese período artístico eran los falos muy pequeños.
La idea de belleza era una cualidad que servía para el disfrute visual, la contemplación y la admiración, un concepto muy distinto al que tenemos en la actualidad con la estética de un cuerpo. Por ello, los penes eran en lo último que se fijaban los artistas, por consiguiente, no eran tan significativos en el arte, salvo en las representaciones de Jesucristo, ya sea de niño o de adulto. En las pinturas renacentistas se le plasmaba cubriendo su miembro como si se tratara de algo indecente. Pero, si era lo menos importante para demostrar la belleza de un hombre y se mostraba al desnudo, ¿por qué en Jesús estaba censurado? Existen algunas razones que hacen que el hijo de Dios se muestre al natural pero con una manta, una mano o una sombra cubriendo su miembro. La principal, quizá, es la humanización.
Paolo Veronese, La adoración de la Virgen por la familia Coccina, 1571. / Foto: Wikimedia Commons.
El mostrarlo como a cualquier otro mortal le restaba divinidad, entonces, si se exhibía el pene de Jesús en las pinturas, nadie sabría quién era realmente. Dentro de la pintura se puede ver con frecuencia cómo es que la Virgen María o Santa Ana, la abuela de Jesús, lo cubren con mantas o con una mano. Incluso ponen la mano sobre el manto, cubriendo el falo del niño. En una interpretación completamente religiosa, se puede decir que ambas mujeres tratan de proteger al pequeño de ser visto como un mortal más. Si esto ocurriera, quizá sería una forma de poner a Jesús en el lugar de otros bebés retratados, es decir, como alguien que nació, eventualmente crecerá y morirá, pero sin que signifique algo. En cambio, sabemos que el Niño Dios fue concebido con un propósito: salvar el mundo.
Giuseppe Cisari, Madonna y niño con San Juan el Bautista, María Magdalena y Santa Ana, s.f.
Lorenzo Lotto, Madonna and Child with Two Donors, 1533-1535. / Foto: Wikimedia Commons
Con esto en mente, era imposible que se le plasmara como un humano más. También se puede ver a ambas mujeres manipulando el miembro del niño, esto es una especie de metáfora en la que se censura el pene, lo que significa que están escondiendo su calidad de mortal, tratan de convencerle de que es un ser divino y como tal, tiene privilegios y obligaciones que otros no. En algunas pinturas él aparece tocándose, esto es también una muestra de cómo el niño sólo quiere jugar y destaparse, lo cual no sucede. En el Renacimiento —como en cada época— había artistas que pretendían burlarse de la religión, lo que es una señal al pintar al niño con actitudes completamente propias de su edad; es un rechazo a su divinidad puesto que no está consciente de ella.
Andrea del Sarto.
De igual manera, existen pinturas de un Jesús adulto en las que se ve a un hombre con una clara erección, la cual es cubierta con una túnica. Esto puede significar el paso de la juventud a la edad adulta, al momento en que sería crucificado, pero es también su momento más humano, aquel que encarna al Jesús de carne y hueso, puesto que antes de ser llevado prisionero y realizar el calvario hasta su muerte, tiene como misión reunir fieles y enfrentarse a los disidentes, así como a los no creyentes y a los devotos extremos; duda y llora justo antes de ser traicionado y por supuesto, sufre las torturas. Es por ello que aunque su madre y abuela hayan querido apartarle del peligro, no lo consiguieron del todo. Sin embargo, nuevamente la censura del miembro es señal de la divinidad que posee.
Jusepe de Ribera, Entombment, c 1626.
Maarten van Heemskerck, Man of Sorrows, 1532 c / Foto: Wikimedia Commons.
Por último, encontramos una conexión divina en las representaciones de Jesús. Es decir, en todas —o al menos en la mayoría— las pinturas de Jesús éste se encuentra acompañado y algunos de sus acompañantes son los que le cubren el pene. Esto tiene que ver con la conexión divina que hay entre Jesús y Dios. Al tocarlo se hacía una cadena humana y es justo la unión lo que les hace sentirse parte de él. El hecho de que el pene pertenezca a un ser divino quiere decir que no es un pecado tocarlo, además, como mencionamos con anterioridad, los penes no eran importantes en el Renacimiento, por lo que poner su mano encima de él no implicaba mayor provocación.
El historiador Leo Steinberg, ha sido de los principales seguidores de la obra renacentista y sacra. Para él, las teorías anteriores sobre el pene de Jesús son las más acercadas al significado, ya que no hay registros de por qué las pinturas de Jesús se hicieran de esa manera. Si bien es cierto que son pocos los estudios que hablan de la presencia de Jesus, reflejan la necesidad de “justiciar” la aparición del mismo en diferentes formas. No importa si es una violenta aparición o si está junto con su madre, Jesús siempre será sinónimo de misticismo y de estudios “reveladores”.
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