“Habitar el límite es vastedad”– Luis G. Amezquita
Parece que en Tijuana se ha conseguido regresar a un nomadismo o ¿será solamente el giro de las generaciones? Las necesidades de cada uno van definiendo ésta alternativa, que bien podríamos relacionar a la dinámica de los nativos del mundo. Sólo que este nomadismo no propone una movilización geográfica tal cual, sino que se trata de una de las cuatro formas propuestas por Antonio Campillo: el nomadismo de la imaginación –que también se le llamará nomadismo intelectual. Así es como la ciudad se irá reconstruyendo, a punta de ingresar a zonas desconocidas, a partir de un giro en la forma de apreciar la realidad donde la tensión de los conceptos angulares de las artes será la única forma de lograr un cambio sustancial y semillero-. En síntesis, ensayar nomadismos imaginativos para encontrar oasis ocultos en el vasto desierto del arte contemporáneo.
¿De dónde surge este nomadismo? Si bien los grupos nativos del mundo se desplazaban geográficamente en búsqueda de medios de subsistencia y condiciones óptimas de asentamiento temporal, se puede decir que, en primera instancia, surgirá una toma de conciencia de estos medios con los que se cuenta. Diría que esta es una medida que bien podríamos pensarla como un mecanismo de nuestra propia vida presente. “Si los medios que estoy utilizando ya no solventan mis necesidades, será mejor salir en búsqueda de otras condiciones”. En segunda instancia viene la exploración de nuevos territorios, la valoración de otros ecosistemas que faciliten el abastecimiento de las necesidades. Inevitablemente serán desconocidos en un primer momento, pero después vendrá la asimilación geográfica. Esta asimilación territorial camina de la mano de la generación de herramientas, principalmente de las proporcionadas por el mismo medio natural. Proyectiles de piedra, fibras vegetales, barro, madera, serán la materia prima para realizarlas.
¿Acaso no hay una ingeniería, una imaginería, detrás de esta asimilación? Recuerdo esa escena-límite de 2001: Odisea del espacio, cuando uno de los protohumanos estrella un hueso animal contra otros en el suelo. Posteriormente, se desata de nuevo una lucha por un ojo de agua. Los gestos agresivos ya no serán suficientes para lograr obtener un espacio apropiado, sino que se hará uso de un objeto para demostrar el poder. Es ahí cuando el acto de golpear y hacer daño a otro se concreta: será entonces el paso consciente de la vulnerabilidad a la defensa, el amanecer del hombre.
Hay que resaltar un par de detalles: tanto el nomadismo ancestral como el nomadismo intelectual son una exploración hacia terrenos desconocidos. Hay una necesidad vital que posibilita este desplazamiento. En el primer caso, es la alimentación y el factor climático; mientras en el segundo son giros lingüísticos que provocan mutaciones en el discurso y, por ende, en la identidad y la vida cotidiana. En ambos casos se inducen rupturas y riesgos: no hay nomadismo sin sufrir cambios esenciales, no hay nomadismo sin autosuficiencia.
Ahora bien, ¿a dónde quiero llegar con este preámbulo? Solamente a sugerir que en Tijuana se experimenta actualmente un renacer cultural que tiene eco de nomadismo. La autogestión de proyectos cada vez son más recurrentes, lo que se traduce en búsqueda de estrategias que faciliten el desarrollo en el hábitat: la esfera artística es generada por ellos mismos, por la misma comunidad y, por consiguiente, se logra la libertad de acción. No existe un agente intermediario que determine las condiciones del evento: el agenciamiento de la dinámica del arte; es decir; la producción, exhibición, canales de difusión, son la evidencia de un espíritu nomádico. Sé que esta aspiración a la independencia y todo lo que conlleva en su logro no es para nada nueva, no importa su carácter contemporáneo para nuestro propósito. Los criterios correspondientes al arte van mutando periódicamente, esto atiende esencialmente al contexto social en el que se genera la práctica artística. En este sentido, In Situ Galería, una propuesta actual y fresca en el norte de México, es un buen pretexto para ilustrar esta perspectiva.
In Situ Galería es una propuesta limítrofe y abierta que involucra a varios colaboradores. La dinámica del colectivo es un modo práctico y coherente de imaginar otras alternativas para el panorama local: dar crédito a cada uno de los integrantes, ya que cada participación es importante en la realización del proyecto. En palabras de María Luisa Chávez, colaboradora en gestión y logística, “delegar tareas hace que los proyectos crezcan”, se expandan, se conviertan en un ente con vida propia. He ahí el carácter orgánico del proyecto: crear lazos interpersonales y multidisciplinarios que den marcha no sólo a éste sino a los proyectos que vienen. En este sentido, el peso no recae en la figura tradicional del curador a pesar de comprender que, quizás, esta idea surgió individualmente. Una cuestión sobreentendida por algunos, olvidada por otros.
El arte contemporáneo es difícil de atrapar en una definición homogénea, pero sí podrían subrayarse las constantes claves que culminaron el caótico siglo XX: reinterpretación, resignificación, giros linguísticos, distribución de espacios, etc. Como se podrá notar, existe un uso del prefijo “re” cada vez más problemático, lo que indica cambio de rutas, claro, cuando son adecuadamente justificados. No se trata de renegar y oponerse a lo que hay, sino de, repito, imaginar vías alternas. In Situ Galería parte de la crítica de estos conceptos claves del arte contemporáneo. Su naturaleza es nomádica: primero por su carácter móvil, de no establecerse en un sitio fijo, de proponer –y demostrar- que cualquier lugar común puede ser una galería en potencia, sin importar la dimensión (cuestión central del colectivo tijuanense). Y en segundo término, por el desplazamiento conceptual del que se apoya este colectivo para visitar otros parajes cargados de vastedad. Y no puede ser sino radical y disidente.
El pasado 21 de marzo se inauguró en Mamut cervecería, ubicada en el Pasaje Rodríguez en el centro de Tijuana, la exhibición colectiva Hágalo Usted Mismo, la primer muestra de In Situ Galería. Esta exhibición reúne 24 obras en pequeño formato (10 cm x 10 cm), de 25 artistas independientes locales, entre alumnos y egresados de la licenciatura de Artes de la Universidad Autónoma de Baja California, con el propósito de provocar un diálogo intergeneracional y la difusión de arte contemporáneo local. Las obras expuestas están sujetas a tres modalidades: bidimensión (plástica, dibujo, técnica mixta), tridimensión (escultura) e intervención en paredes (murales). También se incluye un video recorrido por la galería, en la que se podrá apreciar la obra digitalizada de los expositores. Este registro sirve como puente entre la extrañeza y la costumbre del espectador visitante. ¿A qué me refiero?
Pensar en galería es pensar en un espacio de dimensiones determinadas. Este espacio es pensado como un punto en el que se concentrará la obra de uno o varios artistas. Pareciera que los canales de difusión y exhibición de arte escasean, o que mantienen una exclusividad electiva que sólo beneficia a pocos. El panorama es el mismo en cualquier esfera social. De ellos se desprende, entonces, la ponderación del dónde exhibir. Trabajar una muestra en una galería conlleva una lógica que sea viable tanto a propósitos evidentes (el formato de las obras, discurso museográfico) como a propósitos implícitos (espectador, difusión, convocatoria de artistas). In Situ Galería; por su carácter móvil, propone una galería a escala de 1 metro por 30 centímetros. Este concepto permite sugerir un significado alterno y radical a lo que comúnmente consideramos: una galería. La escala, para este fin, es funcional y provocativa. El tamaño confronta al espectador en un sentido corporal y le hace participar activamente en ella, haciendo que se mueva, escuche a los demás comentarla y, en el mejor de los casos, aportar una impresión con el desconocido de al lado.
Si bien se pueden leer estas veinticuatro obras por separado, apreciando las diversas técnicas utilizadas con suficiencia, la galería es un todo contenedor cargado de significado. Lo que resalta es claro y hace ruido: la miniatura en un espacio redistribuido. Digamos que el pequeño formato es un lugar al que muchos artistas han recurrido, principalmente en el gran siglo XX: La Caja-Veliz de Duchamp o la Microescritura de Robert Walser son ejemplos de una calidez y practicidad insuperables. La miniatura es una respuesta a la austeridad en las condiciones cotidianas. De aquí se desprende el carácter económico de la galería. La economía ha dejado de ser un impedimento para convertirse en un terreno fértil y vasto de posibilidad. No es un reniego infantil sino madurez artística. De lo que se trata es partir, otra vez, de las pequeñas acciones para alcanzar grandes logros.
La intensidad de este nomadismo se mide a partir del límite del que se establecen las posibilidades de la práctica artística. El límite es vastedad, es posibilidad de acción. In Situ Galería, a través de Hágalo Usted Mismo, adopta la libertad que se requiere, es atemporal, mantra de creatividad austera que nutre la vena de las generaciones próximas.
Después de entrar a un edificio en busca de la obra colectiva montada en sus paredes, ahora me parece ingenuo. Es una experiencia desconcertante porque se abre la posibilidad a seguir forzando la forma y el contenido de lo que está hecho nuestro arte contemporáneo. Y al final, con lo que te topas es que esa línea recta todavía presenta curvas secretas que no dejan de impresionar.
1 Diseño de galería: Sofía Lizárraga, Cheram Morales; Gestión: María Luisa Chávez, Lunnia Campaña, Cheram Morales; Logística: María Luisa Chávez; Texto introductorio: Sinuhé Guevara; Mildred Barrios: documentación.
2 Obra Bidimensional: 1. María José Crespo, 2. Mayuko Zúñiga, 3. Andrea González, 4. Hilda Ramos, 5. Raúl Cuevas, 6. AzdBrn, 7. Ricardo Silva, 8. Jetro Moyado, 9. Mónica Belni, 10. Andrés Espinoza, 11. Iván Vázquez, 12. ELSOLDELRAC, 13. Vladimir Galaviz, 14. María Luisa Chávez Vega, 15. Cheram Morales, 16. Raúl Moyado, 17. Marisa Raygoza. Obra Tridimensional: 18. Sofía Lizárraga, 19. Juan Villavicencio. Intervenciones en Pared: a) Pablo Vega, b) Amarillo/ Death Álvarez, c) Ruin, d) Ernesto Lomelí