El tarot es básicamente una baraja de naipes que suelen ser usados como método terapéutico o de adivinación. Los primeros registros que se tienen son en 1440 y 1450, en importantes ciudades de Italia; Milán, Ferrara, Florencia y Bolonia, pero en realidad no son originarias de Europa, las cartas tienen su origen en Egipto.
La baraja se divide en dos tipos de cartas o “arcanos”, palabra que proviene del latín arcanum, que significa misterio o secreto, los mayores y menores; los arcanos mayores son 22 cartas las cuales se ilustran con escenas, personajes o cosas concretas, cada uno tiene un número y nombre específico, son las que tienen mayor peso o simbolismo, mientras que las menores son 56 cartas que se dividen en cuatro palos (bastos, oros, copas y espadas) , y que se numeran del 1 al 9 más los personajes de la Corte: la jota, el caballero, la reina y el rey.
Para realizar una lectura de cartas, la persona que realice la consulta debe barajar las cartas y hacer una selección a carta cerrada, es decir sin ver el dibujo principal y ordenarlas según las instrucciones del lector o interprete, quien las abrirá y podrá hacer una interpretación según su posición y estudio previo de la baraja.
A pesar de ser una práctica estrechamente ligada con el esoterismo por sus supuestas propiedades premonitorias, también fue abordado por el psicólogo suizo Gustav Carl Jung, uno de los pioneros de la psicología profunda, quien incorporó sus conocimientos sobre la antropología, la alquimia, la interpretación de los sueños, el arte, la mitología, la religión y la filosofía a la psicología.
Jung fue una gran influencia para los artistas surrealistas del siglo XIX, quienes se vieron sumamente atraídos por las interpretaciones oníricas y psicoanalíticas que ofrecían las nuevas tendencias psicológicas, quizá por eso varios pintores surrealistas se tomaron la libertad de recrear los naipes de la baraja del tarot con su propio estilo, recreando las 78 cartas.
Pamela Colman Smith
Pixie, sobrenombre con el que se le conoce a Pamela Colman Smith, es la autora de las versiones más conocidas de las cartas del tarot. Ella es la mente detrás de la baraja que se conoce como Rider-Waite. Pixie siempre mostró interés por distintas representaciones del arte, desde la pintura hasta el teatro, ligando sus creaciones espirituales con su interés espiritual.
Imagen: ThoughtCo
Remedios Varo
Varo, pintora surrealista que dedicó gran parte de su obra y sus estudios al psicoanálisis, logró adaptar sus cuadros con símbolos y elementos del tarot. Las referencias a los naipes de arcanos son muy evidentes en su obra misteriosa y onírica, la pintora buscaba comprender su propio inconsciente a través de sus cuadros.
Foto: Potosino Noticias
Salvador Dalí
Gala, la fiel esposa de Salvador Dalí, era gran devota del esoterismo y evidentemente ejerció una fuerte influencia en Salvador Dalí y su interés por ilustrar la baraja completa del tarot Rider-Waite, creando pequeños cuadros surrealistas.
Foto: Tarotistas videntes
Leonora Carrington
En el caso de esta pintora inglesa que desarrolló la mayor parte de su carrera y obra en México, se vio sumamente influenciada por su amigo personal, el escritor y cineasta Alejandro Jodorowsky quien la introdujo al arte del tarot cuando Carrington estaba casada con el fotógrafo Chiki Weiz. La pintora hizo su propio mazo personalizado con su peculiar estilo en 1965 y lo nombró: La Maja del Tarot, a petición de la propia María Félix, una de las actrices mexicanas más populares del cine de oro.
Foto: Mrs Whisefox
Arthur Rackham
Arthur Rackham fue uno de los ilustradores de libros infantiles más reconocidos del siglo XX, su trabajo se puede apreciar en libros de cuentos clásicos infantiles como Peter Pan o los relatos de los hermanos Grimm. Rackham logró transportar sus fantásticas y oníricas ilustraciones a lo que hoy se conoce como las cartas Rackham, su propia versión del mazo del tarot.
Imagen: Metaphisical Shope
En portada: Tarotistas videntes