Muchos tipos de arte se caracterizan por perturbar, en menor o mayor medida, la mente de quien contempla las diversas piezas artísticas que contienen algo enigmático. Ese elemento que, aparentemente, no cumple con ningún parámetro establecido y encuentra fuera de la lógica su mayor atractivo. Un cuestionamiento, un gesto de consternación, una inquietud silenciosa que nadie puede explicar pero que provoca una sensación de temor que dificulta la concentración de cualquiera.
“Un mensaje tan perturbador como la pintura: ‘necesito librarme de ella cuanto antes'”.
La pintura “The hands resist him” (las manos lo resisten) cumple con todos los requisitos anteriores. Cuando salió a la venta en el portal electrónico eBay, el chico responsable del anuncio lo acompañó sólo con un mensaje tan perturbador como la pintura: “necesito librarme de ella cuanto antes”. Corría el mes de febrero del año 2000 y lo que pasó en seguida sigue generando polémica y leyendas paranormales.
“Un objeto maldito”. Así fue como el autor del anuncio puso a la venta un cuadro perturbador en uno de los sitios electrónicos más reconocidos para realizar transacciones comerciales en todo el mundo. Rasgo que, desde el primer momento, capturó la atención de los clientes
potenciales y todos aquellos que se encontraban en el portal electrónico en ese momento.
El anuncio resultaba tan increíble, que incluso el vendedor añadió una cláusula donde se eximía de cualquier responsabilidad por todos los daños que la pintura pudiera acarrear a sus nuevos propietarios. Además, explicaba que se deshacía del cuadro porque ya no soportaba vivir con él. De acuerdo con sus palabras, había localizado el cuadro en una fábrica de cerveza abandonada y le pareció que se vería genial en la sala de su casa, pero se equivocó.
“El anunciante añadió una cláusula donde se eximía de cualquier responsabilidad por todos los daños que la pintura pudiera acarrear a sus nuevos propietarios”.
Desde que lo colgó en su casa, dijo, una sensación de incomodidad se apoderó de toda su familia. Su hija de cinco años, explicaba, aseguraba que podía ver a los niños en el cuadro peleándose entre sí. Y como ésa, otras historias rodeaban la escena retratada en la pintura. La conmoción que logró la atípica descripción de la venta, de inmediato consiguió que la obra recibiera millones de visitas en un tiempo récord.
Por supuesto, no faltaron los testimonios de quienes afirmaban haber experimentado diferentes malestares con sólo ver la pintura a través de la pantalla de su computadora, ninguno sustentado con pruebas contundentes. No obstante, el misticismo y un aire de angustiosa incomodidad seguía creciendo alrededor de la pieza.
El cuadro fue pintado en 1972 por el norteamericano Bill Stoneham. Después de haberla creado, la imagen se expuso por algunos meses en una galería de Louisiana, con un éxito tal que John Marley (el actor de Jack Woltz en “El Padrino”) la adquirió. El actor, curiosamente, falleció tan sólo un año después de haber comprado la obra, misma que fue abandonada en una habitación vacía de una fábrica de cervezas…
Después de que el revuelo causado por la pintura alcanzara las pantallas de televisión, Bill Stoneham dio la cara en algunos medios de comunicación y declaró que el niño en la pintura era él a la edad de cinco años. También reconoció que la imagen era una representación onírica que se desvanecía entre el límite de los sueños y el mundo real. Motivo por el que la muñeca acompaña al pequeño, como si se tratara de su guía espiritual.
No obstante, aún quedaba una pregunta por responder, una relacionada con las manos detrás del niño y la muñeca, ¿qué significaban? De acuerdo con el propio Bill, las manos aludían a las diferentes posibilidades que pudo haber tomado en la vida. Se trataba de la representación de los caminos posibles que, por una u otra razón, siempre acechan a quienes toman una decisión y descartan otras opciones.
Según Bill Stoneham, la pieza en su conjunto es una alusión a los temores, emociones, deseos e inquietudes que conforman el inconsciente colectivo y se basa en la teoría del psicólogo suizo Carl Gustav Jung. Científico que dedicó gran parte de sus estudios a entender la actividad onírica y análisis de los sueños desde una perspectiva conocida como psicología analítica (psicología de los complejos).
Finalmente, el cuadro de Stoneham fue comprado por una galeía de arte con una oferta de mil dólares y de inmediato se puso a la vista del público. Tiempo después, el personal de dicha galería aseguró que tuvieron que practicarle un exorcismo al cuadro, porque al estar frente a él, la gente experimentaba la sensación de estar dentro de un horno hirviendo. Una pieza que desprendía una masa aire caliente que devoraba todo a su paso.
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¿Una pintura embrujada o un cuadro con una fama aterradora? Los misterios también abundan en el mundo del arte. Sobre todo cuando las piezas poseen una naturaleza extraña, cargada de historias y asociaciones que la ubican en una región mucho más allá de cualquier comprensión lógica. Verdad o mito, la posibilidad continuará despertando el interés de quien se atreva a contemplarse en un cuadro con una historia más allá de cualquier lógica.
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