Las primeras citas, esos momentos en que el nerviosismo nos invade, las manos sudan y nos volvemos más torpes que de costumbre. Después de tanto tiempo de pensarlo y por fin armarnos de valor, decidimos invitar a salir o responder positivamente una invitación y ahora estamos enfocados en la llegada de ese día. Imaginamos con detenimiento cómo será el momento y cuáles pueden ser las conversaciones más entretenidas para hacer de aquella una velada mágica que trascienda de una noche. No importa si nos vestimos con el mejor atuendo y vamos a un sitio que no puede fallar: hagamos lo que hagamos, nadie se salva de una cita desastrosa.
Estar en medio de una conversación que no despierta ningún interés en nosotros o escuchar sin parar a una persona que sólo habla de ella o con la cual no tenemos nada en común, es una experiencia tan amarga como aleccionadora. Las citas son el primer paso para conocer a una persona y enterarse de lo que piensa, sus actividades y gustos en común. En ocasiones, aunque tengamos la mejor intención de cumplir con una cita exitosamente, ocurre justo lo contrario. Estas son las señales que indican que tu primera cita fue una pesadilla:
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1. La conversación no fluyó naturalmente
Si la conversación no pasó de lugares comunes (qué haces, a qué te dedicas, cuántos años tienes, qué música te gusta) y los silencios se tornaron largos e incómodos, entonces es casi seguro que esa cita será la última que pasen juntos. Una conversación fluida es esencial en cualquier relación humana, la carencia de intereses o puntos de vista en común puede terminar en una mala experiencia.
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2. Se hizo terriblemente larga
Cuando una cita pierde el interés, el tiempo transcurre muy lentamente y la mente divaga en cosas que considera más importantes mientras la otra persona habla sin parar, creando un escenario descortés y decadente. Claro indicador de que no existe interés mutuo y es mejor finalizar el intento que forzar una segunda salida.
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3. No dieron señales de querer volver a salir
Si no hubo ninguna indirecta relacionada con otra salida, una charla sobre algún evento próximo u otro lugar interesante que ambos desean visitar, es casi seguro que alguno no se sintió cómodo y no está dispuesto a repetir la experiencia.
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4. Conocieron más de su ex que de él/ella
Si durante la primera cita te enteraste de todo lo que sufrió cuando terminó con su exnovio, es momento de tomarse las cosas menos en serio y eliminar sutilmente a esa persona de la lista de pretendientes pues aún no ha superado su relación anterior y no está lista para iniciar una nueva.
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5. Mintieron para impresionarse
Si algo de lo que dijo sobre sí misma resultó demasiado exagerado o bien descubriste que intentaba mentirte, debes entender que a pesar de que esa relación podría prosperar, tal persona tiene una tendencia a mentir. Lo mejor es ser sincero desde el primer momento para evitar malentendidos y sobre todo desilusiones posteriores.
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6. Miraron más el celular que sus ojos
Si la atención de ambos estuvo más enfocada en su teléfono celular que en sus ojos, es un hecho que la cita fracasó. Durante las primeras citas, las miradas intensas dicen más de las intenciones que las palabras. Mantener contacto visual es sinónimo de atracción intensa y es el primer paso para profundizar en el acercamiento físico.
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7. No hubo momentos de risa
Reír un poco durante la primera cita es un buen indicador. Hacerlo a carcajadas significa que la química está fluyendo y garantiza una segunda salida. La risa connota nerviosismo, empatía, buen humor e ingenio. Es sin duda alguna la señal más importante de que una cita funcionó a la perfección.
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8. No hubo contacto físico
La atracción lleva al cuerpo a adoptar posturas que señalan inconscientemente en la dirección de la persona indicada. Si el gusto es mutuo, el contacto llegará en algún momento de la cita. Ya sea tocar la mano, un roce de piernas o acercarse tímidamente a la persona en cuestión, si el contacto estuvo restringido durante la salida, entonces la relación carece de futuro.
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9. La despedida no fue electrizante
Las citas, al igual que las mejores historias, deben tener un cierre vertiginoso que nos haga querer más y más. Si la despedida fue desangelada, sin una indirecta, un abrazo largo que aspira a más, un suspiro al momento de decir adiós o un beso enclavado cerca de la comisura de los labios, muy difícilmente se concretará un segundo encuentro exitoso.
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10. Comunicación sin emoción
Si la salida se pareció más a una cita de negocios que se llevó a cabo bajo el procedimiento adecuado y la atención correcta pero careció de emociones, es una muestra de la falta de empatía mutua.
Las citas desastrosas siempre son un factor de desmotivación, pero son la única manera de conocer a distintos tipos personas entre una multitud de formas de vivir y pensar. A pesar de caer en lo patético, son necesarias porque sin citas malas no tendríamos punto de comparación para resaltar a una buena de otras mediocres. Además, forman parte de un proceso de aprendizaje tan largo como la vida y tan complejo como sumergirse en la quijotesca empresa de encontrar una persona con la que coincidamos en todo. Las pesadillas son la forma más sana de mostrarnos qué cosas debemos cambiar en nuestra vida y las personas que valen la pena no se encuentran sino experimentando y buscando en el mundo real.
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