Dicen que mamá sólo hay una, sin embargo esto no quiere decir que la persona que te trajo al mundo en ocasiones no te pueda generar malestar. Es completamente normal que de vez en cuando aparezcan conflictos entre ustedes porque está claro que es imposible estar todo el tiempo en el mismo canal, sobre todo con las distintas etapas del crecimiento. Pero si los conflictos con tu mamá van más allá de lo “normal” y te empiezas a sentir triste, indefensa o mal contigo misma, probablemente estés inmersa en una relación tóxica.
Una relación tóxica es aquella que se basa en la ira, la manipulación emocional y otros sentimientos negativos e incluso dañinos. Muchas personas piensan que las relaciones tóxicas se resumen a relaciones de pareja, pero también podemos desarrollarlas con cualquier persona en nuestras vidas como con tu jefe, amigos, hermanos e incluso con tu madre, siendo esta última una de las más difíciles de aceptar y tratar.
En el caso de las madres tóxicas, pueden ser así de manera voluntaria o involuntaria, son movidas por el amor o interés propio hasta crear un vínculo negativo con sus hijos. Así que te recomendamos poner atención a estas 10 señales que te ayudarán a identificar si tu mamá es tóxica.
1. No le importan tus sentimientos
¿Alguna vez tu mamá te ha hecho sentir invisible? Cuando tu madre se hace cargo de ignorar tus emociones estamos hablando de un abuso que resulta igual de perjudicial que uno físico, ya que de igual forma te puede marcar profundamente.
Un estudio publicado en 2014 por la Asociación Americana de Psicología, encontró que los niños que sufrían de abuso emocional presentaban las mismas tasas de ansiedad, depresión, baja autoestima e impulsos suicidas que los niños que habían sufrido abuso físico y/o sexual.
2. Piensa que tú eres responsable de su felicidad
Cuando empieza a reprocharte todas las cosas que tuvo que abandonar para cuidarte, como su vida en la ciudad, sus oportunidades de desarrollo, estudiar, conocer a un buen hombre, entre muchas otras, es normal que tú sientas esa responsabilidad de hacerla feliz.
Claro que la crianza implica una cierta cantidad de sacrificio personal que todos como hijos debemos apreciar, no obstante hay madres que abusan de esto. Ellas de verdad piensan que eres el responsable de mantener su felicidad y con eso cumplir todos sus caprichos aunque en el camino tu vida se vuelva infeliz. Recuerda que nadie es responsable por la felicidad del otro, sólo tienes el poder de hacerte verdaderamente feliz a ti mismo.
3. Siempre quiere ser el centro de atención
Cuando aplaude tus logros pero solamente para aclarar que se los debes a ella, o cuando le cuentas sobre tus problemas busca la forma de cambiarlos para que se vuelvan sus problemas, es decir, cuando tu mamá quiere que otros le presten atención a costa de ti y de lo que te pasa; es probable que la relación entre ustedes sea tóxica. Con este tipo de mamás es normal sentir que tus opiniones, necesidades o sentimientos no tienen ningún valor.
4. Es cruel contigo
A veces la toxicidad en estas relaciones es tan sutil que te confunde hasta el grado de no estar segura si en verdad está sucediendo. Si tu madre se burla de ti, te ofende diciéndote adjetivos como: estúpida, fea, perdedora o te ridiculiza con tus amigos o compañeros, estamos hablando de una relación tóxica.
Las madres crueles tienen todo tipo de motivación, tal vez sufren de algún problema de salud o están sacando su enojo y decepción sobre otros aspectos de su vida en ti, esto en realidad es lo de menos, pues el daño que te puede causar es devastador.
El doctor Richard A. Friedman afirma que “la suposición de que los padres están predispuestos a amar a sus hijos incondicionalmente y protegerlos del daño, no es algo universalmente cierto”. Por lo que si en algún momento sientes la necesidad de dejar de hablar con tu mamá, no te sientas mal porque esto no te convierte en una mala persona, lo que estás haciendo es cuidarte a ti misma y no hay por qué avergonzarte de eso.
5. Tiene fijación con los roles de género
Algunas mamás se convierten en tóxicas porque sienten que deben pasarle a sus hijas el legado cultural de lo que se supone que representa y debe hacer una mujer. Es así que, sin darse cuenta, presionan a sus hijas para que adopten una actitud sumisa ante los hombres.
6. Personalidad sumamente controladora
Esta característica casi siempre se manifiesta en la forma que tienen en educar, acostumbran dar por hecho que como figura materna deben tener la máxima responsabilidad con sus hijos, hasta el punto de que ellos no tengan ni la menor capacidad de tomar decisiones sobre lo que hacen. En esta dinámica cualquier elección debe pasar antes por la consultoría de la madre, dejando de lado la capacidad de decidir.
7. Se proyecta en ti
Esta es la tendencia de las mamás que creen que su descendencia debe llegar a ser su “yo ideal”, lo que ellas nunca llegaron a ser. Además, plantea esto como una carrera contra el tiempo, debido a que quiere que sus hijos sean perfectos lo antes posible.
Las proyecciones de tu mamá se hacen presentes cuando te sugiere o incluso obliga a tomar talleres que tú no quieres, practicar deportes que no te gustan, estudiar una carrera universitaria en algo que no es tu vocación, entre muchas otras decisiones importantes, con la intención de convertirte en lo que a ella le hubiera gustado ser.
8. Tiene una actitud pasivo-agresiva
No se termina de hacer a la idea de que el modo en el que trata de educar es rechazado, por lo que sigue intentando comportarse como al principio sin aprender de la experiencia. Se convierte en una persona frustrada que busca cambiar de estrategias para obtener los resultados de control deseados.
9. Es indiferente
Una madre tóxica no siempre es aquella controladora, también es la que actúa completamente contraria a eso. A veces disfraza esa indiferencia con permisividad. El resultado de esta actitud es el Síndrome del Emperador, en el que personas adultas se vuelven indefensas y caen fácilmente en frustración, teniendo poca tolerancia a las situaciones que generan ansiedad.
10. No te trata como a un adulto
Las mamás tóxicas luchan constantemente esa batalla de dejar de verte como su bebé para finalmente aceptar que eres un adulto. Si tu madre siempre quiere encargarse de tus actividades como lavar los platos, ir a limpiar tu casa o hacer de comer, aún cuando ya le pediste que no lo haga, tienes que estar consciente que no es un rasgo de dulzura sino de control.
Es complicado darnos cuenta de que la mujer que nos dio la vida puede estar haciendo algo para afectarnos, pero sucede. Si percataste que alguno de estos puntos encaja a la perfección con tu mamá, no tengas miedo o vergüenza de hacer algo al respecto para cambiarlo. Es totalmente comprensible. Con el tiempo verás que será mejor arreglar lo que está mal entre ustedes lo más pronto posible, para que la relación sea como debe de ser: sana.
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5 cosas que debes tomar en cuenta para saber si tienes una mamá tóxica
La película que te dice por qué tu madre ya no es perfecta
5 hábitos tóxicos en una relación que creías normales