Texto por Luisa Rangel
¿Alguna vez has escuchado la frase “sólo hay una primera vez para una primera impresión”? El cerebro humano hace un análisis en menos de tres segundos acerca de lo que ve, toma la decisión con base a los recuerdos, experiencias y conocimientos y según el concepto que crea, da un resultado positivo o negativo. Así, de manera casi imperceptible, creamos la primera impresión acerca de alguien.
¿Qué es la primera impresión?
Es importante conocer a qué se refiere este término. Es un aspecto que tiene que ver con la evolución de nuestra especie, pues en el proceso evolutivo se disponía de poco tiempo para saber si algo o alguien eran amenazantes para la supervivencia humana, de ahí surge que el hombre debe tomar decisiones rápidamente. Sabiendo que es un concepto intrínseco en la especie y no uno adoptado socialmente, ¿cómo causar una buena primera impresión?
Sencillo, puede convertirse en un factor determinante de aceptación social en todos los grados de relación del ser humano. En el ámbito laboral, por ejemplo, ese primer contacto integra el aspecto físico, la comunicación verbal, la postura corporal, los rasgos faciales y muchas otras cosas.
¿Cómo dar una buena impresión?
El mejor y principal ejercicio que debemos hacer es conocer nuestras cualidades, mirarte frente a un espejo y saber si eso que tienes en el interior se refleja en el exterior; si te consideras una persona segura, alegre y optimista, eso debería reflejarse al momento de vestir, hablar y relacionarte con los demás.
Otro buen ejercicio es preguntar a nuestra familia y amigos su percepción hacia nosotros, sus respuestas pueden resultar sorprendentes. Es importante también estar abiertos al cambio, ya que el proceso de mejorar nuestra primera impresión puede estar lleno de aspectos negativos, pueden existir gestos y hábitos que posees desde niño que no percibes como tal, pero que los demás sí.
Dejarte asesorar de personas especializadas, si lo que quieres mejorar es tu manera de vestir y la comunicación no verbal, hay consultores para ello, una ayuda extra por parte de un profesional siempre vendrá bien.
Si estás a punto de tener un encuentro importante ten en cuenta lo siguiente:
1) Que te sientas cómodo con lo que estés usando, pues nada refleja más la incomodidad que unos zapatos nuevos, un color que nunca has usado o un corte de cabello reciente.
2) Lo mejor sería que el lugar del encuentro sea conocido por ti, si vas a un almuerzo de trabajo procura conocer la comida que sirven y la cultura del lugar, ya que lo ideal es que sea confortable para ti y para la otra persona. Si por el contrario eres tú quien llegará a la reunión, infórmate de cuál será el espacio visitado.
3) La puntualidad debe encabezar la lista de características que debes tener para generar una buena primera impresión.
4) Ten clara la imagen que quieres proyectar, visualiza esos escenarios en los que reflejes esta actitud: confianza, poder, conocimiento.
5) Cuidado con el celular, puede convertirse en un distractor y arruinar el encuentro.
Dato importante: las personas suelen primero mirar, para luego escuchar tu tono de voz, y por ultimo prestar atención a tus palabras. Mirar con atención, ser buen oyente y estar atentos al lenguaje corporal será fundamental para el éxito del encuentro. Recuerda que lo primordial de la primera impresión siempre será conocerse a uno mismo, sentirse seguro y proyectar un lenguaje positivo a los demás.
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