— Te sientes muy triste
— Te invaden unas ganas inmensas de llorar
— Estás irritable
— Quieres pelear por cualquier cosa
— Sientes un vacío inexplicable
— Quieres mandar todo al carajo (sea lo que sea)
Si es así debemos decirte que es una señal de depresión postcoital o PCD por sus siglas en inglés y es más común de lo que se puede pensar. Este padecimiento se da tanto en hombres como en mujeres, pero prolifera en el sexo masculino.
¿En qué consiste?
En un período que va de los dos minutos de duración hasta tres o cuatro días después del acto sexual e implica sentir al menos dos de las reacciones descritas con anterioridad luego de tener relaciones, pero aunque es común, no debemos normalizarlo puesto que las causas pueden ser diversas y derivar en otras afecciones más complicadas.
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¿Qué lo provoca?
Hay dos causas principales:
● Biológica: Los cambios hormonales provocados por la excitación reducen los efectos en la zona del cerebro relacionada con el miedo, por lo que la protección ante algún peligro se ve mermada. Por lo consiguiente se producen algunos de los síntomas que describimos antes.
● Emocional: Ésta tiene que ver con los sentimientos respecto al sexo, los cuales son consecuencia de la educación recibida en cuanto a la moral y la sexualidad. Incluso, los abusos sufridos de niño son también uno de los motivos. Se registró que los hombres que fueron víctimas de abuso y/o acoso sexual eran más propensos a padecer PCD.
Y una que está en debate si pertenece o no a la depresión postcoital:
● Frustración: Se da luego de que no llegas al orgasmo, pero para algunos psicólogos y terapeutas, es normal pues el hecho de no haber alcanzado el clímax resulta triste y frustrante. Esto se debe a la atmósfera, la falta de concentración y el estrés del momento.
Cerca del 41 % de la población masculina mundial asegura haber experimentado PDC al menos una vez en la vida, mientras que el 20 % asegura haberla sentido los últimos meses y entre el 3 y 4 % lo padece de manera regular. No es un problema grave, pero si se convierte en algo —casi— cotidiano. Si te sucede con frecuencia, es mejor que acudas con un terapeuta pues puede ser causante de un conflicto más grande que deriva en una autoestima baja y el libido disminuye, entre otras cosas.
Así que cualquier señal que consideres anormal, es un indicativo para pedir ayuda y darle solución a la depresión postcoital, misma que —debemos aclarar— no es exclusiva de hombres, pero desafortunadamente, ellos lo padecen con mayor frecuencia. Habla y comunícaselo a tu pareja si crees padecerlo. Recuerda que entre más comunicación haya, mejor experiencias sexuales tendrás.
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Las fotos que ilustran este artículo son de Jocobo Ríos. Conoce más de su trabajo en su cuenta de Instagram: @jacoborios