En algunos casos es normal que las personas aborden sus relaciones tal y como la de sus padres, todos crecen presenciando las interacciones de ellos, sean buenas o malas, y muchas de éstas acompañan a los hijos hasta la edad de adulta. Es bueno cuando adquieren buenos hábitos; pero la situación se vuelve complicada cuando les resulta difícil desprenderse de los malos que adquirieron de sus papás o de sus familiares, aunque no es imposible. Así que no te desesperes, tu relación no tiene que terminar como la de tus padres si no quieres.
Probablemente no va a ser fácil porque la mayoría de esos comportamientos se vuelven inconscientes, por lo que no te darás cuenta. Primero debes identificar los problemas de tus padres que justamente no quieres que te sucedan; después identifica los problemas que tengas con tu pareja para que trabajen en ellos y salven su relación.
1- Pide lo que quieres
Habla claro y dile a tu pareja lo que deseas; no te enojes porque esa persona no se da cuenta de las cosas que te molestan o te incomodan, para un momento tu disgusto y recuerda si te tomaste la molestia de pedir algo, tienes que recordar que no es adivino.
2- Recuerda que tu pareja también tiene necesidades
Intenta no enfocarte únicamente en tus propias necesidades, porque también tu pareja tendrá deseos y problemas que quiere resolver a tu lado. No te pongas a la defensiva cuando tu pareja te pida algo o se molesta contigo por cosas en específico; pregunta qué es lo que lo tiene así y ambos propongan una solución. Se trata de que ambos se escuchen y se aconsejen en todo momento.
3- No hagas tu mundo a tu pareja
Una relación tóxica no sólo va de peleas, gritos y reconciliaciones mil veces a la semana; también se trata de un romance en el que ambos se quedan atrapados y olvidan a sus amigos, familiares y sobre todo, cosas que les gustaba hacer a los dos antes de conocerse. Recuerda que las personas externas son quienes pueden dar una buena o mala opinión; por ejemplo tu hermano, él es el único que podrá decir si tú y tu pareja tienen un parecido con sus padres.
4- Maneja los celos antes de que empeoren
Si sabes que no eres bueno para confiar en tu pareja, hazle saber todo. Hablar será la única solución que puedes poner a este problema, sé honesto desde el principio acerca de lo que te hará sentir seguro en su relación para que tu pareja te entienda y también tenga acciones que te hagan sentir mejor.
5- Conoce tus propias debilidades
Si acostumbras a serle infiel a tu parejas, romperás toda la relación. Intenta volver atrás y pensar en las razones que provocaban que engañaras a tus parejas, es posible que puedas detectar los factores culpables y analízalos en tu relación actual para que no se repita el mismo patrón.
6- Aprende a aceptar disculpas y a ofrecerlas
No te puedes enojar todo el tiempo y estarlo para siempre. Si tu pareja y tú tienen problemas y se disculpan, los dos deben de comenzar a aprender a aceptar el arrepentimiento del otro. No se trata de que tomen como una obligación perdonarse cuando alguno ha ido demasiado lejos, hay límites para todo. Pero aceptar disculpas y admitir que estás equivocado es un hábito saludable.
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