Cuando estamos enamorados, la mayor parte del tiempo nos sentimos sentimos que vivimos en otro universo, no le encontramos ningún defecto a aquella persona que nos hace sentir tantas cosas indescriptibles que, si somos afortunados, también siente lo mismo e inicia una relación con nosotros. Sin embargo, ya avanzada ésta, comienzan a aparecer los “problemas”.
Después de un tiempo con nuestras parejas, nos damos cuenta de que todo fue una idealización, una imagen perfeccionada de nuestro amor, y que sus ojos distan de ser hermosos o de que esa barbita de tres días en lugar de verse sexy, parece de terrorista. Pero hay indicadores más importantes que te piden a gritos que termines esa relación.
Aquí te presentamos los que creemos más importantes:
Tu integridad peligra
Y no estamos hablando solo del físico, sino de todos los aspectos que engloban: creencias, espíritu, esencia, etcétera. Si en algún momento temes sentir, decir, hacer o ser lo que realmente quieres por miedo a que tu pareja se moleste o tenga cualquier reacción negativa, cuidado. Recuerda que no tienes que hacer cosas que no van contigo ni consultarlo todo con él o ella, solamente para seguir gustándole. Si el amor que se vive en la relación es auténtico, existe una adaptabilidad y aceptación recíproca por parte de ambos componentes en ella.
No estás a gusto contigo mismo
Si últimamente sientes un vacío importante que te hace estar triste o deprimido todo el tiempo, o sientes que ya perdiste el sentido de estar con esa persona, es probable que la relación no esté funcionando. En esta situación hay dos grandes indicadores: o te sientes mejor cuando tu pareja no está, o cuando estás con ella sientes que algo falta. Este tipo de relaciones son enfermizas y lo mejor es terminar con ellas de una vez por todas.
No vives el presente
Añoras lo bonito que era estar junto a tu pareja como en un principio; los detalles que tenía contigo, cuando decía “te quiero”, incluso la magia que se sentía en las primeras salidas. O peor aún, llenas tu mente con frases como “seguramente es una etapa, ya cambiará”, o “cuando nos casemos todo va a ser diferente”. En fin, jamás piensas en la situación actual y te clavas con momentos que ya pasaron y no te das cuenta de que lo suyo está destinado al fracaso.
Te sientes en deuda
“Es que no puedo dejarla porque ayer me hizo una carta”, “me invitó a cenar, le tengo que dar algo yo”. ¿En serio crees que las relaciones dependen de intercambios entre tú y tu pareja? Es cierto que las parejas se demuestran amor, pero lo hacen porque lo sienten, no porque deban hacerlo. Sí, hay reciprocidad, pero de ninguna manera debes seguir con alguien si no te sientes a gusto. No importa qué hayan o no vivido.
Te puede interesar
*
Señales para detectar si tienes una relación con un celópata
*
Consejos para alcanzar el éxito queriéndote a ti mismo