Cuando tienes 20 años se trata de la etapa más significativa e importante de la vida, en la que la diversión es plena y experimentar nuevas cosas es parte del momento. Sin embargo, cuando se tiene esa edad también se piensa que existe todo el tiempo del mundo para realizar las cosas sin tomar en consideración las consecuencias, sin reparar en que los malos hábitos del presente tienen repercusiones en un futuro que no tardará en llegar. Los 30, aunque considerados como la verdadera juventud para las generaciones más recientes, también son los años de cambios físicos y emocionales importantes en la adultez. Entonces es cuando las mujeres acostumbran a errar. Es por esto que es sumamente importante tener buenos hábitos que ayudarán a dar una imagen espectacular cuando la edad avance. Aprender a cuidarse desde muy joven hará mucho más fácil prevenir problemas a futuro; quizás cueste demasiado cambiar en este ámbito, pero con mucha paciencia, amor y responsabilidad por ti misma es posible lograrlo.
Hay muchas cosas que puedes hacer para conseguirlo, pero no sin antes identificar cuáles son esos malos hábitos que perjudicarán la salud del cuerpo y tratar de evitarlos o eliminarlos. El cerebro no diferencia entre los buenos y malos hábitos, por lo que si reincides en uno de ellos, hoy estará al acecho, esperando la señal, pero mañana se manifestará con toda seguridad. A continuación se resumen algunos de los hábitos que todas las mujeres tienen en sus 20 y que podrían arruinar su cuerpo al cumplir los 30.
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Saltarte el desayuno
Grave error. Algunas mujeres no consiguen evitarlo por su rutina diaria, por la infinidad de tareas que las mantienen ocupadas o por simple flojera. No toman en cuenta que siempre pueden apelar por desayunos para hacer en poco tiempo. Por el otro lado están las mujeres que piensan que saltándose esta comida no aumentarán de peso, pero lo cierto es que así tendrán más hambre durante el resto del día y habrá una selección peor de los alimentos, por lo que tenderán a comer los que tienen más altos contenidos grasos y ricos en azúcares simples. El desayuno es indispensable para la energía diaria, por ende se encontrarán mas cansadas, tendrán menos concentración y verán un aumento de peso. Asimismo, esto podría ocasionar problemas de acidez estomacal y úlceras.
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Ser sedentaria
Muchas veces la universidad consume la mayoría del tiempo de las veinteañeras, lo que se traduce como en largos períodos de inactividad, que repercutirán en distintos aspectos, como la debilitación de los huesos y la pérdida de masa muscular, la posibilidad de padecer enfermedades como artritis u osteoporosis, así como favorece al sobrepeso y a que se padezcan enfermedades cardiovasculares. Es fundamental integrar 30 minutos de actividad física al día, como darle un paseo a una mascota, caminar en vez de tomar transporte después de la escuela, bailar, entre otras.
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Descuidar tu vista
Pasar mucho tiempo delante del ordenador o con la vista clavada en otros dispositivos electrónicos afecta la vista con el paso del tiempo. Síntomas como ojos secos, dolor de cabeza, fatiga visual, visión borrosa y doble o dolor de cuello, espalda u hombros es una característica habitual de que algo no está bien con tu visión. A nadie debe sorprender que el uso de lentes se ha vuelto tan común en los últimos años.
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Fumar
En la actualidad es más frecuente que una mujer joven fume. Es uno de los hábitos más negativos que afectan la salud de manera grave, sin distinguir entre sexo, edad, raza ni religión. Un cigarro ocasiona en el cuerpo humano muchos daños. Como mujer, las consecuencias de consumirlo pueden llegar a ser devastadoras. Dientes amarillos, piel del rostro más vieja, deficiente desarrollo de senos y cabello seco sólo son algunos pocos ejemplos. Según los expertos, las mujeres que fuman tienen doble riesgo de contraer cáncer uterino. ¿Te has preguntado qué pasa cuando decides dejar de fumar?
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No desmaquillarte
Todas queremos un rostro que se mantenga joven y radiante. Dormir con maquillaje atenta contra ese propósito, pues sólo hará que la piel luzca opaca y seca. Además, no lavar tu rostro con agua fresca antes de dormir dejará que varias bacterias se asienten, lo que propicia que se desarrolle acné y una piel poco saludable. Si esto no se hace los 20, es muy probable observar arrugas prematuras a los 30.
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No dormir bien
Aunque desvelarse a los 20 años no tiene casi ninguna consecuencia alguna, es seguro que a los 30 dormir a las tres de la mañana se notará en el rostro, cuerpo y hasta en la actitud. Tratar de dormir ocho horas al día no sólo te hará sentirte descansada y con energía para hacer distintas actividades; tu piel, tu cabello, tu digestión y tu humor estarán al 100 %. Cabe la posibilidad de que la mayoría de las veces que no duermas bien sea por distintas preocupaciones del día a días (calificaciones, relaciones amorosas, el cercano comienzo de una vida adulta, trabajo, etc). Para eso puedes simplemente poner en práctica estos métodos que te ayudarán a dormir mejor.
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Siempre es importante recordar que no es posible cambiar de cuerpo, por lo tanto hay que cuidarlo por muchísimos años. Alimentarse adecuadamente, hacer ejercicio y dormir bien cambiarán tus malos hábitos por unos buenos.
