Esta semana te queremos compartir una historia personal de Señorita Lechuga:
Nadar (viajar) hacia dentro, como ejercicio de introspección.
Ayer nadé y el agua de la alberca estaba helada. Bajó la temperatura del cuerpo y corazón, tan fríos como un mal poema. Después todo fue una piscina de dudas: ¿le digo? ¿no le digo? ¿y si peleamos?
Mi cabeza se volvió una masa de preguntas sobre cómo enfrentar los problemas de comunicación con tu pareja. ¿Cómo y cuándo decidir si es hora de renovar o terminar? ¿Es natural sentirme así? ¿Qué buscamos en una pareja?
En el pasado he tenido parejas con las que me siento sola, más sola que nunca. Incluso rodeada de personas, a veces tengo un vacío que me carcome y después pienso: tengo todo en justo equilibrio, mi vida personal, mi vida laboral, todo para ser feliz y me siento sola. Todo esto es un lugar común, pero no impide que lo sienta.
Quizá mi destino es sumergirme en nuevas aventuras, encontrar espacios en los cuales liberarme, dejarme caer y sentir, sentir todo el tiempo el agua clara, la luz de las certezas sobre mi espalda, salir a flote y vivir el momento. Juntar las manos, nadar como si rezara.
Y es que hay cosas (caos mentales) que sólo se arreglan nadado.
XOXO
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Señorita Lechuga es un dúo conformado por Yolanda Morales y Andrea Chavarín, juntas cuentan sus historias a través de frases e ilustraciones llenas de fuerza, amor, desamor, valentía y coraje. Aprendieron que para el amor, propio y compartido, se debe ser valiente, así que se repiten una y otra vez el mantra: “Se cae, se levanta, se sacude el polvo y se vuelve a enamorar. Sin resentimientos”.
Si quieres conocer más de su trabajo, te invitamos a visitar su página y a seguirlas en sus redes sociales: Facebook e Instagram. Síguelas y comparte todas sus experiencias.
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Estas fueron todas las cosas que aprendí cuando me rompieron el corazón en Tinder.