Recuerda esos años en que los tutoriales de maquillaje lo invadían todo. Eran los incipientes inicios de los 2000, la gente —apabullada por YouTube— subía y subía videos de su autoría a las redes y los influencers comenzaban su corto pero potente reinado. Asimismo, quienes dedicaban todos sus esfuerzos a armar guías e instrucciones en torno al arreglo personal, nos regalaron también los errores más épicos y garrafales en términos de belleza. Todos seguíamos, ya fuese por genuino interés o porque deseábamos con todo nuestro ser ver la desgracia ajena, a los entonces llamados beauty vloggers.
Sin embargo, y aunque muchos de ellos de verdad aportaron información útil y consciente sobre los caminos del maquillaje, muchos de sus consejos se quedaron en el olvido o siempre quedaron sesgados de una u otra manera. Especialmente cuando se trataba de la atención previa al maquillaje. La mayoría de nuestras referencias se iban de lleno y sin mesura a los ingredientes, marcas e innovaciones en la industria, pasando por alto el real cuidado de la piel antes de exponerlo a pinturas o químicos de belleza. Si hubo alguien que lo hizo, perdón, se quedó en el baúl de los olvidos.
Hoy, que las artes del makeup han vuelto a ser sutiles y que hemos (re)generado toda una cultura de la salud, ¿qué podemos reconsiderar actualmente de nuestros hábitos de belleza dejando atrás el Beyoncé in 10 Beauty Steps y los lookalike? ¿Qué podemos identificar como errores antes de maquillarte?
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No lavar tu rostro con agua fría previo a tu rutina o antes de ir a dormir.
Pensar que no desmaquillar tus ojos no tendrá consecuencias graves.
No utilizar, por lo menos, un gel limpiador en cara y cuello previo a tu maquillaje.
Aplicar ese producto y dejarlo secar solo. De todas maneras, necesitas una toalla y agua abundante.
No aplicar tónicos equilibrantes que quiten la grasa o ayuden a la disminución del acné.
Asimismo, pensar que los astringentes sólo son para el aftershave masculino o para problemas fuertes de dermatología.
No aplicar una loción o crema hidratante, dejando todo en manos del agua que ingieres durante el día.
Aunque hay personas que abusan de esto, no exfoliar ni una vez tu rostro al mes también es una equivocación.
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Maquillarte no sólo es un proceso que comienza al tomar tus brochas, esponjas y preferidos artículos. Es mucho trabajo previo y posterior. Para completar la información, lee nuestra Guía sencilla para usar todas tus brochas de maquillaje y 9 consejos de maquillaje para conseguir unas cejas pobladas.