Este artículo fue originalmente publicado el 6 de septiembre del 2019 por Carolina Romero.
Lady Tremaine, Reina Narissa, la Malvada Reina Grimhilde, Gothel. Todas ellas crueles y despiadadas, las malas del cuento —literalmente—. Las madrastras de Disney se caracterizan por ser mujeres horribles y ventajosas que buscan joder la vida de sus hijastras a como dé lugar.
Aunque esto diste por completo de la realidad, ser pareja de alguien que tiene hijos no es una situación sencilla. No por los hijos mismos, sino porque no es lo mismo entablar un romance con alguien libre de compromiso que con alguien que lo tiene y lo tendrá de por vida. Antes de tomar una decisión debes conocer todo lo que implica una relación así:
Si bien en un futuro podrán formar una familia, la primera vez que lo hizo ya pasó. Esto puede no molestarte si entiendes que cada persona lleva ritmos diferentes de vida y que las experiencias que tenga contigo —aunque no sean las primeras— pueden ser inolvidables.
No habrá espacio para el drama
La experiencia de tener un hijo implica muchas cosas, entre ellas, diferenciar lo importante de lo que no lo es. No pelearán por cosas insignificantes y si lo hacen no será el fin del mundo. Sus preocupaciones no serán respecto a cosas superfluas, es una persona que mirará hacia el futuro y por lo tanto será más estable.
Su ex estará siempre presente y debes entenderlo
Inevitablemente su ex seguirá siendo parte de su vida para siempre. No solo no podrás oponerte a ello, sino que debes tener mucha comprensión y sensibilidad al respecto.
Hay prioridades
Debes estar consciente que el lugar primordial en su vida será siempre para su hijo y eso está bien. Debes aceptarlo, no tendrás mayor problema y aprenderás a vivir con eso.
Es alguien más responsable
Tener hijos obliga a madurar. Una persona en esta situación no puede estar con juegos ni tomando las cosas como un adolescente, sabe que debe responder en un empleo, pagar cuentas, planear el futuro, en fin, tendrá una visión mucho más clara de las cosas.
A veces no tendrá tiempo o cancelará los planes contigo
Si se enferma, si hay algún festival en la escuela, si es su cumpleaños… habrán muchas fechas en las que tendrá que estar con él y habrán otras —imprevistas— que tendrá que cambiar aun cuando ustedes tengan planes. Ante ello no puedes más que apoyarlo.
Sus hijos podrían no quererte
Nunca serás su madre/padre, es cierto y está bien que no pretendas serlo. Sin embargo, probablemente también tendrás que lidiar con el hecho de que no te quieran o que, incluso, no te acepten. Pero siendo consiente de que son niños y que su reacción es natural, puedes comprenderlo y separar las cosas.
… o quererte demasiado
Estar con alguien que tiene hijos no es cualquier cosa. Debes estar muy consciente de ello. Tienes que tener presente —todo el tiempo— que no puedes ir y venir como si se tratara de un juego. La estabilidad emocional de los pequeños está de por medio, mucho más cuando entablas lazos de cariño con ellos. Debes darles su lugar, siempre.
Si decides comenzar una relación con alguien con hijos tienes la tranquilidad de que se trata de una persona responsable y madura, que no pelearán por niñerías y que no se marchará al primer problema; sin embargo, también es necesario que sepas que ya tiene las prioridades bien delimitadas y por toda la vida será así.
Esto te exigirá toda la sensibilidad y comprensión del mundo. Si la tienes o crees que puedes tenerla, será una relación fabulosa y constructiva, si no, probablemente debas considerarlo una vez más.
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