Salir de viaje puede ser la mejor terapia para el estrés; sin embargo, toda la planeación que requiere puede dejarnos aún más estresados. Comprar los boletos, hacer el trámite para el pasaporte o el visado necesario, buscar hospedaje, decidir qué es lo que debes llevar en tu equipaje, investigar las rutas y las formas para transportarte en el lugar que visitas, todo ésto puede hacer que la emoción de salir de tu ciudad disminuya. Pero con un poco de organización, tiempo y paciencia, puedes planear el viaje perfecto para olvidarte un rato de las preocupaciones de la vida diaria.
Para muchos, viajar a Europa puede ser una tarea abrumadora y confusa. Europa alberga muchas ciudades y sitios emblemáticos, y tratar de conocerlos todos en el menor tiempo posible —y, ¿por qué no?, ahorrando dinero— es todo un desafío. Las mejores recomendaciones para que el viaje resulte placentero son planearlo nosotros mismos, tratar de pasar mínimo 2 días en cada ciudad y viajar liviano. Además de estas recomendaciones, aquí te presentamos una guía con 5 puntos que te pueden ayudar para que planees tu viaje y no termines más cansado que antes de salir de vacaciones.
1. Decide un punto de llegada y salida
Si viajas desde Latinoamérica, Madrid o Barcelona son buenos puntos ancla, ya que muchos vuelos llegan y salen directamente; además de que, por ser destinos populares, tendrás más opciones a la hora de buscar tu boleto de avión.
2. Elige una fecha tentativa y comienza a buscar vuelos
Un buen momento para viajar es a comienzos de septiembre, ya que es temporada baja y está finalizando el verano. Un truco que funciona muy bien para encontrar vuelos económicos es tener aplicaciones como Sky Scanner y Hopper, que buscan entre muchas aerolíneas los mejores precios para las fechas que tienes en mente —también te avisa si el ticket sube o baja de precio—. Es recomendable no buscar vuelos con una anticipación menor a 3 meses.
3. Busca varias opciones de hospedaje
Cuando conozcas tu itinerario, comienza a buscar en tus redes sociales amigos o conocidos que puedan darte alojo. Que no te dé pena pedir hospedaje, tus amigos sabrán lo costoso que es hospedarse en Europa y seguro estarán dispuestos a ofrecerte un espacio en el que puedas pasar la noche. Si pedir hospedaje no te funciona, los hostales siempre son buena opción, ya que están diseñados para viajeros que no buscan muchos lujos. Si viajas con más personas, puedes revisar Airbnb, ya que muchas veces es más económico rentar un departamento o una casa.
4. Ahorra lo suficiente
Lo ideal es que una vez que hayas pagado el avión y el hospedaje, hagas un plan de ahorro que te permita cubrir los gastos de transporte interno y alimentación. Europa tiene ciudades muy costosas, como París y Venecia. Un tip para ahorrar es buscar alojamientos con desayuno incluido o comprar los ingredientes en alguna tienda para preparar tus propios almuerzos.
5. Viaja ligero
Al momento de hacer la maleta para tu viaje, ten en cuenta que probablemente viajarás por tren o en aviones que no tienen mucho espacio. La mejor opción es llevar una mochila con lo esencial, que se suficientemente pequeña para que la puedas llevar en cabina; ésto evitará que tengas que documentarla, que te demores esperándola en la banda del aeropuerto o que se pierda y se retrase todo tu itinerario.
6. Planea la ruta
Si llegas a España, lo más recomendable es pasar ahí sólo 2 ó 3 días y recorrer con calma los sitios que deseas conocer; recuerda que al finalizar el viaje volverás a este país y podrás disfrutar los lugares que te hicieron falta. Un buen punto de partida es Barcelona; de ahí puedes viajar a Italia, Roma o Florencia son ciudades recomendables para iniciar el viaje, y para terminar puedes visitar Venecia. Después, puedes viajar en avión a Múnich en Alemania, ciudad famosa por el festival de cerveza que se celebra entre septiembre y octubre. La siguiente parada es Praga, en la Repúlica Checa; de ahí es recomendable regresar a Berlín o visitar Varsovia en Polonia. En los Países Bajos, Ámsterdam es un punto obligatorio; tras recorrer la ciudad holandesa, puedes bajar hacia Bélgica y visitar Bruselas, su capital. La última parada es sin duda París, la ciudad de las luces. Finalmente puedes regresar a Barcelona o a Madrid, depende de cómo hayas agendado tus vuelos de regreso. Esta ruta es sólo una recomendación que incluye las ciudades más emblemáticas; sin embargo, puedes agregar los sitios que desees conocer, siempre y cuando se encuentren cerca de la ruta que hayas planeado.
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Ahora sí estás listo para preparar tu viaje. Si es la primera vez que visitas Europa, te recomendamos leer este artículo para conocer cuál es la mejor ruta. Y si tu presupuesto es bajo, no te preocupes, hay muchos museos que puedes visitar sin costo alguno.