El viejo dicho de “cuando te toca, ni aunque te quites, y cuando no, ni aunque te pongas” parece más real que nunca al leer la historia de personas que esquivaron las tempestades para sobrevivir por muchos años. Sus casos parecen cuentos ficticios, pero ellos estuvieron en el momento en que un desastre los acechó y, aun así, no murieron.
Tal vez su sobrevivencia se deba a la suerte que los acompaña, a algún ser milagroso que los salvó, al destino o simplemente a circunstancias que evitaron que sufrieran una muerte trágica. Todos ellos están íntegros: caminan, se desenvuelven y realizan sus actividades con normalidad, pero cuando sepas sus historias te preguntarás cómo fue posible.
Ann Hodges
Ann Hodges se convirtió en la primer persona en la historia que fue golpeada por un meteorito. En noviembre de 1954, Ann dormía en su sillón cuando un bólido del tamaño de una bola de béisbol se estrelló contra su techo, el que se deshizo para dar paso al objeto que golpeó su muslo, provocando una severa quemadura.
Después de que la Fuerza Aérea confirmara que se trataba de un meteoro, Ann quiso conservar la roca, pero tuvo que dársela al casero. El propietario de la casa demandó tanto a Ann como a su marido, Eugune, por la posesión de la roca, pues ésta aterrizó en su propiedad. Más tarde Eugene ofreció 500 dólares por la roca, ya que pensaba venderla por mucho más dinero, pero esto nunca ocurrió. En 1956 los Hodge donaron su meteorito al museo de la Historia natural, donde todavía se exhibe.
Rod Sullivan
Es el único hombre que ha recibido siete impactos de relámpagos. Primero fue alcanzado por un rayo en 1942, lo que le causó la pérdida de la uña de su dedo gordo. En 1969 perdió sus cejas. En 1970 se quemó el hombro izquierdo, en 1972 y 1973 su cabello fue incendiado y en ese último año sufrió quemaduras, también, en las dos piernas. En 1976 su tobillo resultó herido, y en 1977 tuvo quemaduras en el pecho y el vientre. Por desgracia, el hombre invencible a los rayos se suicidó tras ser rechazado por su amada.
Shannon Malloy
Luego de un grave accidente automovilístico, los órganos internos, médula espinal y piel de Shannon Malloy quedaron intactos, pero el cráneo estaba completamente separado de la médula espinal. Los médicos intentaron unirla mediante cirugía, introdujeron tornillos en la cabeza y el cuello. “Mi cráneo resbaló de mi cuello unas cinco veces. Cada vez que intentaron fijarlo en mi cabeza, se deslizaba”. Finalmente los médicos fueron capaces de garantizar que la cabeza quedaría fija sobre su cuello. Sin embargo, luego del accidente Shannon perdió el control sobre su cabeza, lo que hace que hasta comer sea complicado.
Reshma Begum
Luego del derrumbe de la fábrica en la que trabajaba, Reshma fue la única sobreviviente entre más de mil trabajadores. Después del accidente en el edificio, los cuerpos de rescate fueron instruidos para colocar botellas de agua en cualquier agujero que encontraran, esto con la esperanza de suministrar a los sobrevivientes, por lo menos, con agua potable.
Sobrevivió bajo los escombros durante 17 días, sólo comió cuatro galletas y tomaba agua de las botellas que encontraba. Reshma fue la única sobreviviente, y pocos días después de su rescate, la ciudad suspendió la búsqueda entre los escombros.
Richard Blass
Richard Blass nació en Montreal y fue un niño enojón y rencoroso. Pronto se convirtió en aficionado al boxeo como una manera de canalizar su ira, pero esto sólo alimentó su apetito de violencia. Durante la década de 1960, la Mafia italiana era muy poderosa en las calles de Nueva York y Montreal, Blass odiaba su presencia y comenzó una serie de luchas con mafiosos italianos como Frank Cotroni y los hermanos Jos y Vincenzo DiMaulo.
El 7 de mayo de 1968, Blass y su cómplice habían planeado asesinar a Cotroni, pero fallaron. Furioso por su fracaso, comenzó a asesinar a otros italianos inocentes. Un italiano que asesinó lo puso en lista negra de la Mafia. En represalia, la mafia envió dos matones que lo encontraron en un bar cercano y dispararon varios tiros contra él, pero fue capaz de escapar sin una sola herida. Dos semanas después la mafia lo encontró en un motel en Montreal. Prendieron fuego al edificio y las llamas cobraron la vida de tres personas, pero Blass escapó una vez más sin lesión alguna. En octubre de 1968, Blass y su socio fueron emboscados dentro de un garaje, donde recibieron múltiples heridas y tiros en la cabeza… ambos sobrevivieron.
En enero de 1969, Blass intentó robar un banco pero falló. Fue condenado a cuatro condenas de diez años en la cárcel, pero pronto escapó y continuó con sus atracos criminales.
José Alvarenga
En 2012, Jose Alvarenga y Ezequiel Córdoba estaban en un viaje de pesca cuando fueron barridos hacia el mar por una tormenta feroz. Alvarenga afirma que, durante más de 13 meses, vivió de pescado crudo, aves y su propia orina. Afirma que Córdoba murió pocas semanas más tarde debido al hambre, incapaz de consumir los alimentos crudos que habían mantenido vivo a Alvarenga. Hasta hoy existen personas que cuestionan la historia de Alvarenga.
Malala Yousafzai
Malala Yousafzai nació en Pakistán, y es conocida internacionalmente por su lucha en pro al derecho a la educación de las niñas en su país. Su búsqueda como activista le hizo acreedora a una serie de amenazas de muerte. El 9 de octubre de 2012, mientras caminaba a casa, fue baleada por un pistolero no identificado. Por suerte sobrevivió al ataque y continúa su tarea como activista. En 2013 fue nominada al premio Nobel de la paz y en 2014 ganó después de una segunda nominación, lo que la convirtió en la persona más joven en ser galardonada con el Premio Nobel de la paz.
Vesna Vulovic
El 26 de enero de 1972, la azafata Vesna Vulovic sobrevivió una caída de 33 mil pies después de que el avión en el que estaba se encendió y explotó. Al investigar el accidente, las autoridades encontraron que los otros pasajeros del vuelo habían perecido.
Ahad Israfil
Ahad era sólo un adolescente normal que tenía un trabajo normal, cuando tuvo que enfrentar el peor día de su vida. Su jefe tiró accidentalmente de un arma que le disparó en el cráneo y que lo destruyó en gran parte. Los médicos están de acuerdo en que debería haber muerto, pero después de realizar una cirugía de cinco horas, se asombraron al ver que Ahad trataba de hablar. Ahora vive una vida normal, es capaz de caminar y hablar como cualquier ser humano. Lo que es aún más sorprendente es que se graduó con honores en su Universidad Local.
Tsutomu Yamaguchi
Yamaguchi se encontraba en Hiroshima por cuestiones de trabajo cuando estalló la primera bomba nuclear lanzada por Estados Unidos y, después, a tres kilómetros de donde impactó Fat man en Nagasaki. Su hijo murió de radiación pero Tsutomu Yamaguchi sólo perdió el sentido de un oído. *** Referencia: xrume.com