Para nadie es un secreto que los valores sobre los que se levanta la sociedad actual están sustentados sobre principios que subyugan, humillan, denigran y cosifican a las mujeres, ya no por sus diferencias con respecto al hombre o la pretendida debilidad de su sexo, sino por el simple hecho de serlo. La situación en nuestro país, como en el resto de América Latina, es alarmante y no se trata de un problema sencillo de resolver, parte de la putrefacción de la sociedad y al mismo tiempo, recordatorio permanente de una moral respaldada por el grueso de la población, una carga cultural que pesa sobre los hombros de millones de mujeres que a diario son violentadas física, mental y sexualmente.
No hace falta ir demasiado lejos para encontrar vestigios del machismo en las raíces culturales latinoamericanas. En todo el mundo, más de dos mil de millones de personas practican el cristianismo en todas sus modalidades y algunos cuantos andan de puerta en puerta, en busca de mostrar las bondades del Señor a los más miopes a través de la Biblia, el texto canónico por excelencia que, independientemente de la versión aceptada por cada secta, incluye tanto las enseñanzas de Cristo como las de sus discípulos.
Para el fiel cristiano, el libro sagrado es una ética en sí misma que ejemplifica el comportamiento a seguir según la moral de Dios, pero ¿qué pasa cuando las enseñanzas de Cristo atentan contra la mujer y la denigran al estado de un objeto sólo útil para concebir y que lleva consigo la culpa del pecado original?
Es bien sabido que el cristianismo rechaza la naturaleza del cuerpo y la carnalidad, únicamente aceptándolo por cuanto funciona como el único vehículo efectivo para el alma. En el caso de las mujeres, la situación es aún más grave: el cuerpo no sólo hace de móvil del espíritu, también funciona como depositario del placer y la herencia masculina, espacio de aparición del dolor del parto como castigo por el pecado original que lleva a la expiación y baja tentación que pervierte al hombre. No sólo eso, la religión coloca al sexo femenino en un estado inferior al hombre, a quien debe obediencia, cuidado y nada menos que su existencia, a partir del Génesis. Descubre cuán decadente resulta la lectura crítica de los textos canónicos cristianos y los padres de la Iglesia en estas frases:
“Por tanto, daré a otros sus mujeres, y sus campos a quienes los conquisten; porque desde el más pequeño hasta el más grande cada uno sigue la avaricia; desde el profeta hasta el sacerdote todos hacen engaño”.
Jeremías 8: 10
–“Pero quiero que sepáis que Cristo es cabeza de todo varón, y el varón es cabeza de la mujer… Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, porque él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón”.
1 Corintios 11: 3, 7, 8, 9
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“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador”.
Efesios 5: 22-23
“La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión”.
Timoteo 2: 11-14
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“Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia”.
Timoteo 2: 11-15
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“Cuando alguno tomare mujer, y después de haberse llegado a ella la aborreciere, (…) y dijese: A esta mujer tomé, y me llegué a ella, y no la hallé virgen; entonces el padre de la joven y su madre tomarán y sacarán las señales de la virginidad de la doncella a los ancianos de la ciudad en la puerta. Entonces los ancianos tomarán al hombre y lo castigarán; y le multarán en 100 piezas de plata (…) Mas si resultase verdad que no se halló virginidad en la joven, sacarán a la joven a la puerta de la casa de su padre, y los hombres de su ciudad la apedrearán hasta que muera, por haber cometido una infamia en Israel prostituyéndose en casa de su padre. Así harás desaparecer el mal de en medio de ti”.
Deuteronomio 22: 13-21
“A la mujer dijo: En gran manera multiplicaré tu dolor en el parto, con dolor darás a luz los hijos; y con todo, tu deseo será para tu marido, y él tendrá dominio sobre ti”.
Génesis 3: 16
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“Es Eva, la tentadora, de quien debemos cuidarnos en toda mujer… No alcanzo a ver qué utilidad puede servir la mujer para el hombre, si se excluye la función de concebir niños.”
San Agustín
“Las mujeres no deben ser iluminadas ni educadas en forma alguna. De hecho, deberían ser segregadas, ya que son causa de insidiosas e involuntarias erecciones en los santos varones”.
San Agustín
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El machismo y la degradación a la mujer es un mal que debe ser erradicado desde sus bases a pesar de estar fincado en sólidos principios morales y culturales como la religión. Descubre el lado más cruel, machista y tirano de John Lennon, el hombre que cantó a la paz y al amor. ¿Cómo es que el machismo se inserta en la cultura, el lenguaje y el actuar diario?
Averígualo con estas frases machistas que hombres y mujeres decimos todo el tiempo.
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Referencia:
Sin Dioses