La Ciudad de México está llena de fascinantes historias que ponen la piel chinita a cualquiera. Anteriormente ya te hablamos sobre ‘La casa de la tía Toña’ en el Bosque de Chapultepec y te contamos también ‘La leyenda de a mano peluda’ de uno de los barrios más antiguos e icónicos de la CDMX, Santa María La Ribera.
Ahora le toca el turno a la misteriosa casa que habitó Pachita, la curandera mexicana que fue inspiración para el científico mexicano desaparecido, Jacobo Grinberg, y quien afirmaba estar poseída por el espíritu de Cuauhtémoc, el último gobernante de Tenochtitlán.
Grinberg narró en sus libros ‘Las manifestaciones del Ser I: Pachita’ y ‘Los chamanes de México: Pachita’, que la chamana practicaba sus operaciones ‘milagrosas’ en la famosa ‘Casa de las Brujas’ de la colonia Roma, misma casa que él conoció al visitar en varias ocasiones a Doña Pachita.
Hecha de ladrillo rojo y con una forma que recuerda el sombrero y ojos de una ‘bruja’, la casa fue construida en 1908 por el arquitecto británico Regis A. Pigenon bajo la orden de Porfirio Díaz con la finalidad de hacer una propiedad de estilo gótico en la Ciudad de México. Al principio funcionó como un hotel de lujo y con el paso del tiempo y sus remodelaciones se convirtió en un edificio con departamentos de estilo art decó.
Actualmente, ‘La Casa de las Brujas’ ha sido objeto de leyendas de los vecinos y habitantes que aseguran haber visto o sentido la presencia de espíritus y fantasmas. Varios aseguran que se trata de la mismísima Pachita, quien falleció en 1979.
Ubicación
Si vives en la Ciudad de México, eres una persona curiosa y quieres darte una vuelta por esta casa para echarle un vistazo, te dejamos su dirección:
‘La Casa de las Brujas’ está ubicada en Plaza Río de Janeiro #56, en la colonia Roma Norte de la CDMX.
Exactamente está en la esquina de la calle Durango.
Leyenda de ‘La Casa de las Brujas’
Se dice que quienes nombraron a este edificio así fueron los propios niños que habitaban el lugar, ya que la construcción asemeja la forma de una bruja por su techo y ventanas que parecen ojos, pero también le decían ‘La Casa de las Brujas’ debido a que el lugar era habitado por muchas mujeres de edad avanzada.
Aunque la historia dice que el sobrenombre ya existía antes de Pachita, los vecinos que años después habitaron el edificio aseguraron la existencia de eventos paranormales, los cuáles se los asignaron al espíritu de la curandera.
Y es que Bárbara Guerrero, es decir Pachita, ahí se dedicaba a practicar complicadas operaciones de extracción de órganos para sanar a sus pacientes sin cobrarles un solo peso. Pero además de realizar operaciones ‘milagrosas’ y casi mágicas, también hacía rituales para invocar a espíritus, en especial al del que aseguraba que la poseía, es decir, Cuauhtémoc.
Cuando esto sucedía, Pachita y sus acompañantes hacían cantos siniestros.
La leyenda dice que, además de que el fantasma de la curandera aún ronda el edificio, se pueden escuchar los cantos y ruidos extraños de sus rituales y también aseguran que existen espíritus demoniacos en los departamentos.