Durante los últimos 100 años, Mata Hari ha sido venerada como una femme fatale: la bailarina exótica seductora y glamorosa que espió para los alemanes durante la Primera Guerra Mundial y causó la muerte de miles de soldados aliados.
Mata Hari nació como Margaretha Geertruida Zelle en 1876 en el seno de una familia bien acomodada de los Países Bajos. Cuando Margaretha era una adolescente, su padre, un vendedor de sombreros, perdió su fortuna y dejó a la familia. Luego su madre murió cuando ella tenía tan solo 15 años, así que tuvo que ir a vivir con parientes lejanos.
Mata Hari: la esposa y madre
Tres años después, Margaretha conoció a Rudolph John MacLeod, un oficial del Ejército de las Indias Orientales que tenía casi el doble de su edad y se casó con él. La pareja se fue a las Indias Orientales Holandesas donde vivieron durante cuatro años en condiciones militares. Según las cartas que escribió la propia Margaretha, fue un matrimonio problemático y abusivo, llegando al punto de intentos de asesinato contra Margaretha.
Foto: SupercuriosoDespués de perder un hijo y casi perder otra hija (se dice que una niñera los enveneno, pero no hay pruebas de esto), Margaretha y MacLeod regresaron a Holanda y se separaron, MacLeod se negó a pagar la pensión alimenticia para ayudar a Margaretha a criar a su hija, ella tenía toda la intención de quedarse con la niña pero, sin conexiones familiares y con la mayoría de las profesiones prohibidas a las mujeres, tenía pocas opciones. Margaretha finalmente se fue a París y dejó a su hija con su exmarido.
Al llegar a París, Margaretha intentó ganar dinero “respetablemente”; dando lecciones de piano, enseñando alemán, como modelo en una tienda departamental y en una compañía de teatro, pero nada le era rentable.
Mata Hari: la bailarina y cortesana
Margaretha comenzó a prostituirse para solventar sus gastos. Se reinventó bajo el pseudónimo de Mata Hari (“ojo del amanecer” en lengua malaya), una bailarina de templo hindú entrenada a fondo en las danzas eróticas de Oriente. Pronto atrajo a miles de espectadores mientras actuaba en París, Berlín, Viena, Madrid y otras capitales europeas. También atrajo a varios amantes aristocráticos de alto rango que estaban dispuestos a recompensarla generosamente por el placer de su compañía.
Foto: MirrorDesde 1905, Mata Hari cautivó a decenas de hombres en Europa por más de una década, gracias a su encanto y fluidez en varios idiomas, pudo encontrar el éxito como cortesana, seduciendo a los ricos y poderosos de múltiples naciones, incluidos los funcionarios gubernamentales de alto rango.
Debido a que su país de origen permaneció neutral durante la Primera Guerra Mundial, se le permitió cruzar las fronteras con relativamente pocas molestias. Sin embargo, sus viajes y su estilo de vida llamaron la atención: antes de la guerra, su comportamiento podría haber sido simplemente desaprobado moralmente, pero durante la guerra, despertó sospechas de espionaje.
Mata Hari: la espía
Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, los enlaces transfronterizos de Mata Hari con figuras políticas y militares alemanas llamaron la atención de la policía secreta francesa y fue puesta bajo vigilancia. Supuestamente, los franceses la invitaron a viajar a España para entablar relaciones con los agregados navales y militares alemanes en Madrid e informar de cualquier información de inteligencia a París. Pero en realidad, los franceses sospechaban que era una agente doble.
Foto: El PeriódicoMata Hari fue arrestada en un hotel de lujo de París en febrero de 1917, su juicio a puerta cerrada tuvo lugar cinco meses después. Aunque la fiscalía la culpó por la muerte de 50 mil soldados franceses, no se proporcionó ninguna evidencia o explicación específica sobre cómo causó estas muertes. Fue declarada culpable y condenada a muerte.
En las primeras horas del 15 de octubre de 1917, Mata Hari de 41 años, vestida con medias negras, tacones altos y una capa de terciopelo forrada en la parte inferior con piel, cumplió su condena. La llevaron de su celda en la prisión de Saint-Lazare a un antiguo fuerte en las afueras de París. Eran poco más de las 5:30 a.m. cuando 12 oficiales franceses con sus rifles a sus anchas la fusilaron. Se dice que se le ofreció una tela blanca para usar como una venda en los ojos, Mata Hari se negó.
Reivindicación de Mata Hari
Ahora, los historiadores están desacreditando muchos de los mitos sobre Mata Hari que han perdurado durante décadas. Los archivos de los juicios que los franceses mantenían confidenciales y recientemente se dieron a conocer al público, además de algunas cartas personales de Mata Hari. Los documentos reformulan a la espía más notoria de la Gran Guerra como una madre que dejó un matrimonio abusivo y como un chivo expiatorio de una Francia devastada por la guerra que busca distraerse de las numerosas bajas en el frente.
Foto: La Voz