La extraña historia del hombre que no podía morir

Michael Malloy era un inmigrante irlandés que vivía en Estados Unidos, pasó a la historia como “Iron Mike”, es decir “Mike de acero”, debido a su naturaleza prácticamente inmortal; Mike Malloy sobrevivió a 4 intentos de asesinato en 1933.

Malloy vivía en la ciudad de Nueva York pero no tenía un hogar establecido, dormía en la calle en la misma época de crisis y en la última etapa la prohibición de alcohol a nivel nacional. Con un gran porcentaje de gente desempleada y deprimida, muchas personas tenían que recurrir a los bares clandestinos de la ciudad. Como era de esperarse, existían muchos riesgos y problemas en estos sitios que carecían de supervisiones de la ley. El protagonista de esta historia, Michael Malloy frecuentaba uno de estos antros, propiedad de un hombre llamado Tony Marino. Sabiendo que el irlandés no tenía amigos, familia o trabajo, Marino ideó un asesinato del cual saldría beneficiado.

Foto: Youtube Do go onMarino requería de un par de cómplices para llevar a cabo su plan, así que se asoció con el camarero Joe Murphy, el enterrador Frank Pasqua, Dan Krisberg y Tony Bastone, tiempo después a este equipo se le conoció como “The Murder Trust”. Su conspiración consistía en contratar múltiples pólizas de seguro de vida para Malloy, luego “asegurarse” de que Malloy moriría por causas naturales, para después reclamar el dinero en efectivo.

La muerte de Michael Malloy

El plan comenzó cuando en una de las usuales visitas de Malloy al bar, Marino le ofreció tener una cuenta abierta además de convencerlo de que firmara un par de pólizas a su nombre por montos de 980 y 800 dólares respectivamente (aproximadamente 29 mil 800 dólares actuales). Teniendo las firmas, el equipo de la muerte solicitó la ayuda de un taxista llamado Harry Green, a quien se le comisionó atropellar al hombre después de abandonarlo completamente ebrio en un callejón. El problema fue que no se supo del hombre durante esa semana, es decir, no se había reportado ninguna muerte. Para sorpresa de todos, encontraron a Malloy en un hospital recuperándose de una conmoción cerebral, fractura de clavícula y algunos moretones.

Malloy no fue por un buen rato al bar de Marino, sin embargo la ambición de los hombres los llevó a reproducir el plan con otra persona al cual el adjudicaron la identidad de Malloy, se trataba del señor Joseph Patrick Murphy, a quien después de drogar y plantar documentos de identificación de Malloy en sus bolsillos, también fue golpeado con el taxi de Hershie. Sin embargo, volvieron a fallar y el señor Murphy se logró recuperar en un hospital.

Foto: Gizmondo

The Murder Trust

Justo cuando The Murder Trust estaba olvidando su malévolo plan, Malloy volvió a entrar en el bar clandestino después de haber sido dado de alta del hospital. Malloy expresó el deseo que tenía de ver a sus amigos y comer algo mucho mejor de lo que le habían ofrecido en el hospital. Así que el grupo decidió poner nuevamente manos a la obra y emborrachar al irlandés. Cuando lo lograron, Marino y sus secuaces llevaron a Malloy a un parque local donde lo empaparon y lo dejaron en un banco para que muriera congelado en la fría noche de invierno en Nueva York. Por fortuna (¿o desgracia?) al día siguiente, Malloy amaneció ahí mismo con un fuerte resfriado.

Tercer intento

Marino notó que Malloy tenía una debilidad por las ostras, así que las mezcló con metanfetaminas, luego pidió sándwiches de sardina los cuales se le sirvieron con veneno para ratas, Malloy devoro todo sin miedo, acompañado por un vaso de anticongelante. Al poco tiempo Iron Mike se desmayó, pero logró despertar para pedir más comida.

Finalmente el grupo de Marino llevó a Malloy ebrio a una habitación alquilada y le introdujeron una manguera que estaba conectada a un chorro de gas en la boca. Mike “Iron” Malloy murió, oficialmente se registró como una “neumonía lobular”.

Foto: HyaenaThe Murder Trust logró cobrar con éxito la primera de sus dos pólizas. Sin embargo, mientras esperaban la paga por la segunda póliza, el grupo se enfrentó a una pelea cuando Tony Bastone se quejó abiertamente de su parte del recorte, los rumores de Iron Mike se extendieron por todo Nueva York. Como era de esperar, la noticia finalmente llegó a las autoridades correspondientes, donde su cuerpo pronto fue exhumado para su examen oficial. Además de que los miembros de la banda fueron condenados a la silla eléctrica, con la excepción de Harry Green, quien fue condenado a prisión de por vida.