Más allá del cosmos y de la oscuridad
se encuentra un agónico titiritero
que observa su mundo de cristal
sabio retorcido loco de atar,
es el fin y el principio del todo
pero un siervo más del juglar.
Destellos mórbidos en una guerra de almas
choques cósmicos por la salvación
de nebulosas y luces de bengala.
Se comprime el espacio y el tiempo en negras vorágines
una luz neón ordena marchar a los caballeros
al valle de las noches desoladas
y un grito cósmico anuncia la llegada
de los titanes; guardianes de elipses a batallar
contra una muerte que no sufre y que avanza
hasta el final de la galaxia.