no es que no te quiera
es sólo que prefiero los besos de tu ausencia,
Venus de labios carmesí
sombra que se mueve con el viento,
muñeca de trapo que cualquiera puede desvestir.
Sentencia de deseo y pasión con figura;
eres seductora que se desprende de su piel
escamas de dulzura que hipnotiza con sus ojos de miel.
Viperina que cambia de presa y se respira el veneno en tu aroma,
sucumben ante ti los viajeros hasta dejarlos en coma
una nueva víctima y con él un nuevo sol
desierto de ilusiones, oasis de alcohol,
empieza la cacería, disfraz de seducción
donde danzan idiotas pensando en amor
ciegos caen y de ti se aprovechan
dejan tesoros, castillo y fortuna
y cuando el veneno surtió efecto
desechas al moribundo dejando en su vida amargura.
*La fotografía que acompaña a este texto es propiedad de Cuauhtémoc Suárez