Con el paso de los años los performances de la música electrónica se han pulido. Por supuesto, siempre existirá el debate de la distinción entre un instrumentista vs. un DJ y si en realidad ya no se necesita ser un virtuoso para hacer buena música. En un inicio la figura del disc jockey (DJ) era únicamente parte del ambiente de la radio, por lo que el público que asistía a los salones de baile tenía la obligación de mantener el ambiente con buenos temas que animaran a las personas a seguir bailando. Era como una especie de comunismo musical en el que todos debían aportar parte de su discografía personal para mantener cálida la pista. Hasta que un buen día, en las calles de Leeds, Inglaterra, durante la Segunda Guerra Mundial, un joven de nombre Jimmy Savile decidió emprender una nueva cruzada contra el complicado contexto social que se desarrollaba en todo el mundo. Durante esta época y años anteriores los clubes de baile estaban en plena transición tecnológica, ya que no se deseaba que la música en vivo siguiera sonando en estos espacios. Entonces las jukeboxs o rocolas empezaron a desplazar exponencialmente a las agrupaciones, pues reducían costos de operación y ofrecía la inmediatez de escuchar la canción que desearas. En ello se evidencia una evolución de su papel en la historia musical y de difusión. Si ya leíste sobre los 5 DJ que debes escuchar porque revolucionaron el mundo de la música, he aquí una historia abreviada de cómo los pinchadiscos irrumpieron en la escena para quedarse.
Jimmy Savile
Savile tomó parte de esta idea y decidió construir su híbrido en la reproducción de los acetatos en vivo, ya que por las causas de la guerra los clubes de baile se habían reducido a sólo estaciones de radio y alguna que otra banda dispuesta a tocar. Con un equipo construido con piezas de radios antiguos y un piso alquilado, decidió abrir el “primer club moderno”, en el que por tan sólo un chelín podías bailar toda la noche la música de grandes del swing y del jazz como Glen Miller, Tommy Dorsey, Benny Goodman, por mencionar sólo a algunos. Tras varios problemas técnicos Savile se vio en la necesidad de reclutar a otra persona que lo ayudaría a construir un sonido con mayor fidelidad. Éste consistía en un reproductor eléctrico, unos altavoces de 2 pulgadas y media y un solo plato. Todo esto representaría las bases para la industria del entretenimiento nocturno. Sin embargo, Savile todavía enfrentaba un problema mayor: la interrupción de la música, por lo que se vio en la necesidad de instalar un tornamesas más para que las transiciones entre piezas no se detuvieran.
Los 50 trajeron estabilidad y cierto estado de bienestar, gracias al triunfo del capitalismo y de algunos países socialdemocráticos. En el ámbito musical mediático, los DJ abandonaron la radio para copiar el esquema que Savile había construido. No obstante, no tenían las mismas intenciones que hoy se tienen. Para ser DJ no era necesario crear o producir un gran track, sino tener un gran bagaje y colección de discos de la cultura pop del momento. De ahí la denominación “discoteca” proviene del francés discotheque, que significa biblioteca de discos.
Por último, la fase final del DJ ocurrió cuando se convirtió en la figura que era capaz de mantenerse más de 6 horas sin parar tocando música. Es decir, humanamente no es posible que alguna banda soporte el tiempo que un DJ toca. Además, las diferencias entre conservadores y liberales aún no quedaron totalmente arregladas. Los clubes tuvieron que emigrar a un panorama más underground para poder explotar al máximo la figura del DJ, e incluso este elemento fue propicio para el consumo de drogas estimulantes y psicoactivos, que muchas personas tomaron para mantenerse despiertas y animadas durante largos periodos en las pistas de baile.
Ahora las funciones del DJ superan la realidad en la que Savile creyó. Incluso ya no sólo se limitan a tocar 16 horas continuas, como Panchanga Boys, sino que también brindan un espectáculo visual y tecnológico. Y aunque la figura del DJ está muy estereotipada —como si fuera incapaz de dejar a un lado el glamour y mostrar un lado más humano—, lo más interesante reside en que de por sí muchos, con sus propuestas, tienen las herramientas para romper los paradigmas y seguir innovando.
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Si te has quedado con deseos de más, entonces puedes prestar atención a las 10 canciones de música trance que te llevarán por un viaje a través de los sonidos. La música electrónica sin duda es un medio perfecto para conectarte con tus profundas emociones y visitar lugares donde la psicodelia se hace presente en todo momento.