Georges Courteline dijo que es mejor malograr la propia juventud, que no hacer nada en ella. En ningún otro momento en la vida huir es tan sencillo como cuando se es joven. La sensación de que no hay un mañana y que lo único que interesa realmente es hoy, es difícil de tenerla durante la vida adulta. Te asfixian las responsabilidades y la preocupación del futuro así como la falta de tiempo es una constante que no te permiten tomar decisiones a la ligera.
Aprovecha tu tiempo y disfrútalo al máximo, lee, enamórate y viaja. Ahora es el momento de hacerlo. Probablemente en un futuro tengas la posibilidades económicas que te permitan hacerlo de formas más cómoda, pero vivirlo mientras se es joven es la mejor experiencia porque el tiempo no vuelve atrás.
Un viaje de mochilero y sin mucho presupuesto
En América del Sur hay destinos increíbles y baratos, perfectos para lanzarte a la aventura. Convence a tus amigos y escápense. Caminen, conozcan, usen el transporte local, duerman en posadas y coman en lugares baratos. Un viaje así se convertirá en una de sus mejores experiencias.
–
Un viaje sin destino claro
Sube con tus amigos y una muda de ropa al auto, elijan al azar una ruta y vayan un fin de semana largo a la aventura de no saber hacia dónde los llevará el camino. Un viaje así tampoco requiere de muchos gastos, pueden optar por carreteras libres para no pagar cuotas. La cantidad de paisajes naturales y pueblos que pueden descubrir harán de este viaje algo único.
–
Visita Europa
Para viajar a Europa sí requieres más dinero, pero puedes planearlo con tiempo. Entra a un trabajo de medio tiempo, ahorra y habla con tus padres. Un tip para conseguir boletos más baratos es ir a la aerolíneas a esperar boletos de última hora de los pasajeros que no llegaron a abordar, te va a sorprender la frecuencia con la que sucede. Aunque de todas formas será considerable tu tiempo de espera, depende de tu suerte. Los intercambios académicos también son una buena opción.
Lo mejor de viajar a Europa es que es muy fácil trasladarse de país a país, así que seguro podrás conocer varias ciudades. Haz un itinerario de sitios que quieres visitar y de los lugares de bajo presupuesto donde puedes hospedarte. Esfuérzate, pocas veces tus sacrificios valen tanto la pena.
–
Haz un viaje a algún país de Asia
Puedes escoger Tailandia, Indonesia o Camboya, cualquiera de estos destinos cambiará tu visión de la vida por las enormes diferencias culturales con occidente. Mira la arquitectura, conoce sus templos, sus mercados y convive con su gente. Este viaje requiere tiempo, por eso tu juventud es el momento perfecto para hacerlo.
Viaja a un país del que no hables su idioma
Ésta es una de las experiencias más interesantes que puedes tener. Puedes hacerlo solo porque lo primordial de este viaje es que al no poderte comunicar verbalmente con facilidad, descubrirás todas las formas de transmitir información que utilizamos los seres humanos. Prestarás más atención a los detalles, a los gestos y a las acciones corporales, algo de lo que en nuestro día a día no somos conscientes.
Además, será un viaje de introspección del que seguro –no sólo por la influencia de otra cultura sino por tus propios pensamientos– no regresarás siendo el mismo.
–
Viaja a una playa virgen
O viajar en temporada baja a la playa, aunque sea turística. Una vez ahí, habla con los lugareños y gánate su confianza, ellos seguro podrán darte referencia de bahías cercanas y playas que casi nadie visita. Pregunta también por la seguridad del lugar, si la respuesta es positiva puedes incluso quedarte a dormir arrullado por el vaivén de las olas.
–
Elige un festival de música y viaja por tus bandas favoritas
Aquí tienes muchas opciones, Tomorrowland, Lollapalooza, Coachella, Glastonbury, Bonnaroo… Puede ser uno de tus viajes favoritos de toda la vida. Puedes aprovechar y no sólo ir al festival, sino a conocer el lugar de las sedes.
–
Visita Tokio
Japón es una de las ciudades más excéntricas del mundo. La moda que ves por las calles, la disciplina con la que su población realiza sus labores diarias, su avenidas repletas de autos y peatones, y la extrema gentileza de la gente son algunos de los elementos que encontrarás en la isla oriental.
–
Ve a la Casa del Árbol en Ecuador
La vista de este sitio es una de las más impresionantes. La casa en el árbol tiene un columpio muy largo en el puedes subirte y columpiarte sobre un precipicio y si te impulsas lo suficiente lograrás ver el cráter del Volcán Tungurahua.
–
Asiste a algún festival cultural
Puede ser, por ejemplo, la Tomatina en España. No vayas como espectador, viaja con toda la actitud de ser parte de la celebración completa. Las costumbres y las tradiciones son de las cosas más representativas de cada nación y sus habitantes.
–
Antes de viajar a un país extranjero investiga parte de su historia y su cultura para que tengas referencias y puedas disfrutar más de sus edificios, sus exposiciones de arte y su comida. También elabora un plan de los lugares que desees conocer considerando tu presupuesto y el tiempo disponible, esto hará tu viaje más ameno y te evitará las preocupaciones.
Investiga también acerca de las prohibiciones sociales y los productos que puedes o no llevar contigo. Hay lugares por ejemplo, en los que dar la mano a la gente se considera una ofensa o tomar ciertos medicamentos está penado.
Aprovecha ahora que eres joven y que puedes hacer muchas cosas sin lamentarte.