Luis Garza Medina, ex vicario de los Legionarios de Cristo, instituto fundado por Marcial Maciel (acusado de pederastia), por algún tiempo fue el hombre más poderoso del instituto religioso. Hoy es acusado de abuso sexual.
En Connecticut, Estados Unidos, se presentó una demanda contra el ex legionario por abusar de menores de edad. Los medios estadounidenses revelaron que la presunta víctima confesó haber sido abusada por él y por otros dos sacerdotes.
De acuerdo a Quadratín, Garza abusó de él cuando era menor de edad y estudiaba en la escuela de los Legionarios en la década de los 90. No es la primera vez que se ve involucrado en un escándalo similar: en el 2011 reconoció que estaba al tanto de la vida íntima de Maciel.
De inmediato, un vocero negó los casos y confirmó que Garza está dispuesto a colaborar y dar su testimonio para la investigación en curso, así como Maciel cooperó cuando fue acusado de pederastia y de tener hijos dentro del seno sacerdotal.
Desde 1992, Garza Medina fue el vicario y la mano derecha de Marcial Maciel manteniendo una posición privilegiada. Para la Iglesia Católica, los vicarios son los representantes de un oficial de alto rango, mantienen la misma autoridad y poder que tiene el oficial.
De acuerdo a Emeequis, el sustituto logró ser una “pieza clave” en el entramado de la congregación, ya que se logró adjudicar cuatro cargos, mediante los cuales podía tener un mayor control.
Fue prefecto de estudios, director territorial de Italia y delegado del director general para las “consagradas del Regnum Christi”, un movimiento laico. Pero controlaba mucho más que eso: en sus manos estaban las finanzas de la congregación.
Hace unos años, el Vaticano reconoció los abusos sexuales, la pederastia y el enriquecimiento desmedido de Marcial Maciel y de algunos miembros de su emporio religioso, entre los que figuraba Garza en los primeros lugares.
Incluso, el Papa Benedicto XVI solicitó una intervención urgente para cesar los delitos que hasta entonces eran orquestados y permitidos por Maciel.
Hace dos años, el excolaborador y segundo en el cargo de los Legionarios de Cristo fue removido de sus funciones luego de que el Capítulo General, máximo órgano interno del instituto, reconociera la negligencia de varios funcionarios en el enjuiciamiento de Marcial.
El Papa Juan Pablo II encubrió a Maciel, urgiendo a más jóvenes a unirse a sus filas ortodoxas y omitió su comportamiento pedófilo, su adicción a ciertas drogas y la corrupción con la que manejaba su legión.
Los “millonarios” de Cristo y los auxiliares de “nuestro padre” que todavía siguen vivos (y en libertad, sin castigo) confirman que construyeron una estructura de abuso y corrupción difícil de quebrantar.
*Con información de: EmeEquis, The Daily Beast, Yahoo News.
