“El castigo corporal en las escuelas de la India las está convirtiendo en un mercado de pescados”, reza un encabezado de un medio local indio. En la nación del lejano oriente, los castigos físicos y psicológicos son comunes en los salones de clases.
De acuerdo a las cifras presentadas por el Ministerio del Desarrollo de los Niños y las Mujeres, dos de cada tres niños que van a la escuela reciben algún tipo de castigo corporal.
La bestialidad que marca a los métodos de enseñanza dentro del sistema educativo indio no sólo está normalizada, sino que es permitida y justificada, en todo caso por los mismos padres de familia, que consideran que un embate, un golpe o la humillación frente a los compañeros reformará a sus hijos “rebeldes”.
En la localidad de Nathdwana, en el estado de Rajastán, al noroeste del país, una maestra llevó el castigo a niveles denigrantes y cavernícolas, marcados con el sello de una sociedad machista e ignorante respecto al valor de las mujeres en la sociedad: Obligó a varias de sus alumnas, de alrededor de 14 años de edad, a desnudarse frente a sus compañeras y organizó un desfile aborigen para ellas.
Además, el castigo fue fotografiado por la maestra, quien amenazó a las víctimas con publicar y difundir las imágenes en caso de que volvieran a fallar. Uno de los hermanos de la víctima dio aviso a sus padres para que presentaran una denuncia frente a las autoridades correspondientes.
The Indian Express reveló que hasta el momento la maestra fue suspendida, pero no se han tomado medidas penales o judiciales contra ella por tratarse de asalto criminal y uso de fuerza contra mujeres “para intentar atropellar su modestia” y de una violación a los derechos humanos de las menores de edad.
Esta no es la primera vez que las niñas son tratadas como objetos de exhibición, el incidente ocurre tan sólo una semana después de que en la localidad india de Benarés una maestra aplicara exactamente el mismo castigo a sus alumnas: Las expuso como maniquíes y las obligó a llevar a cabo un desfile injurioso.
De acuerdo al medio local NDTV explica que muchas veces, los padres de familia no presentan quejas ni denuncias contra los castigos corporales dentro de las aulas porque “tienen miedo” de que los profesores “dejen de prestar atención al desarrollo académico de sus hijos”.
Asimismo, expone que hay una relación directa entre este tipo de castigos y la pobreza (que impera en el país). Las circunstancias económicas de las familias empeora las experiencias escolares de los niños, ya que, por ejemplo, si no acuden a clases con el uniforme correcto, sin el equipo de trabajo necesario y si no cumplen con las cuotas escolares, generalmente recibirán un castigo.
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