Compuesta por cerca de 300 objetos de madera, entre tronos tradicionales, máscaras y esculturas con rostros en forma de corazón, el Museo de Antropología albergará, a partir de enero de 2014, dos exposiciones provenientes del Museo Quai Branly de París. La primera está dicada a las tradiciones artísticas de África Central, en especial las que florecieron en la ribera del río Congo, que penetra en la región centroafricana y donde se asentaron diversas sociedades de cazadores y de recolectores. Será una visión sobre las culturas que se desarrollaron a lo largo de esa área.
La muestra, curada por François Neyt, un monje belga que vive en un monasterio y que ha dedicado gran parte de su vida al estudio del arte africano, se exhibe en el Museo Nacional de Corea desde el 22 de octubre pasado bajo el título de El río Congo: arte de África Central.
“El tema de la exposición gira en torno a los diversos estilos que se desarrollaron en toda la cuenca del Congo; hay una característica bastante sorprendente que es la presencia de los rostros en forma de corazón”.
Esas máscaras, obra de las tribus que habitaban las selvas tropicales ubicadas a lo largo del ecuador, representan rostros humanos, simbolizan dioses y espíritus, y eran utilizados en ceremonias.
Como parte del intercambio cultural entre el Museo Quai Branly y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se planea también una exposición del explorador y fotógrafo francés Désiré Charnay, quien a finales del siglo XIX viajó a Yucatán y realizó un registro fotógrafico de esa zona maya.