Bonn, la asociación alemana Ciudadanos por Beethoven, presentará una solicitud para que el prestigiado compositor sea declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
Ludwig van Beethoven tendrá que estar incluido en la lista de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura como “patrimonio cultural vivo”, dijo hoy en Bonn el presidente de la asociación, Stephan Eisel.
Antes de enviar la propuesta a la Unesco, ésta debe ser aprobada primero por una comisión de cultura y después por el gobierno.
Beethoven anticipó muchos de los rasgos que habían de caracterizar la posterior música romántica e, incluso, la del siglo XX. La obra de Ludwig van Beethoven se sitúa entre el clasicismo de Mozart y Haydn y el romanticismo de un Schumann o un Brahms. No cabe duda que, como compositor, señala un antes y un después en la historia de la música y refleja, quizá como ningún otro, a excepción de su contemporáneo Francisco de Goya, no sólo el cambio entre el gusto clásico y el romántico, entre el formalismo del primero y el subjetivismo del segundo, sino también entre el Antiguo Régimen y la nueva situación social y política surgida de la Revolución Francesa.
Beethoven nació en Bonn el 16 de diciembre de 1770. La ciudad rinde homenaje todos los años a su hijo predilecto con un festival de renombre internacional. Ludwig van Beethoven fue el primer músico que consiguió independizarse y vivir de los encargos que se le realizaban, sin estar al servicio de un príncipe o un aristócrata. A diferencia del salzburgués, él consiguió triunfar y ganarse el respeto y el reconocimiento de sus contemporáneos.