Parecía una obviedad, pero no lo era. Un grupo de científicos, entre los que se encuentra un equipo conformado por mexicanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), confirmó que el impacto de un meteorito hace 66 millones de años en la península de Yucatán, en el sureste de México, está estrechamente vinculado con la extinción de tres cuartas partes de todas las especies que en ese entonces vivían en la Tierra. La especie que sufrió el mayor daño fue la de los dinosaurios, quienes desaparecieron casi en su totalidad.
Fue a partir de los primeros análisis de la evidencia recuperada que fue posible que el grupo de expertos publicara el paper en la revista científica Science. Con el título “The formation of peak rings in large impact craters” (La formación de anillos de picos en grandes cráteres, en español), los mexicanos Jaime Urrutia Fucugauchi y Ligia Pérez Cruz, ambos del Instituto de Geofísica de la UNAM, son coautores del texto.
La influencia de aquel fenómeno en los procesos evolutivos y de temperatura es uno de los temas más polémicos en el área científica, ya que muchos consideraban que la influencia del impacto no era tan grande como otros consideraban.
Los 32 investigadores con origen en 17 países diferentes participaron en la Expedición 364 del Programa Internacional de Descubrimiento Oceánico (IODP por sus siglas en inglés) que, entre marzo y abril de este año, perforó y recuperó rocas de la parte submarina del megacráter de Chicxulub. El mexicano Urrutia fue uno de los codirectores de la excursión junto a Sean Gulick, de la Universidad de Texas y Joanna Morgan, del Colegio Imperial de Londres, dos eminencias del área.
El cráter, según los expertos, es un milagro geológico: la morfología (forma específica) del lugar es natural, lo cual permite estudiar con mayor facilidad el impacto del meteorito en la vida del planeta.
La expedición en Chicxulub estudió la creación de una cadena montañosa en forma de anillo, con picos afilados. A partir de eso, y de la extracción de rocas que se encuentran debajo del banco de agua que se formó también de forma natural, los científicos pudieron explicar cómo los grandes impactos cambian la flora y fauna de un planeta.
Uno de los debates en el área sobre este tipo de formaciones quedó terminada. Algunos argumentaban que sólo ese impacto había causado un cráter con esas características, que Chicxulub era una excepción. Pero los primeros estudios arrojaron los datos contrarios.
En la Tierra, el choque del meteorito ocurrido hace 66 millones de años provocó un “cambio climático” radical que provocó la extinción de 3 de cada 4 especies vivas sobre la faz del planeta en los siguientes dos años.
Los estudios sobre el lugar continuarán, así como los análisis de las evidencias obtenidas. Se espera que la expedición avance a una profundidad cada vez mayor. La revista Science publicará los siguientes avances en su página web conforme se presenten. Se espera que la información que se descubra impacte la forma en la que entendemos los procesos evolutivos de las especies y las implicaciones de aquel impacto.
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