El pasado mes de octubre, la humanidad pudo haber desaparecido en un abrir y cerrar de ojos y no nos hubiera dado tiempo ni de decir “adiós”.
Resulta que un grupo de científicos que trabajan en el telescopio panorámico que la NASA tiene dispuesto en Maui, Hawaii, descubrieron un asteroide en el espacio que se dirigía directamente hacia la Tierra. El pedazo de roca, de aproximadamente 25 metros de anchos, tenía el potencial para acabar con la vida como la conocemos.
Finalmente los científicos lograron determinar que el objeto pasaría a unos 310 mil kilómetros de distancia desviado de la Tierra.
Este tipo de situaciones obligó a la NASA a crear una metodología para poder detectar cada vez que un asteroide se dirija a nuestro planeta y éste se encuentre en peligro.
Actualmente, Scout y Sentry son las últimas innovaciones de la NASA en cuanto a identificación de asteroides y otros objetos en trayectoria hacia la Tierra se refiere.
Se trata de la última tecnología de la NASA, aún en fase de pruebas, que está constantemente escaneando los datos de todos los telescopios de la red de la agencia espacial norteamericana y sus aliados para detectar objetos cercanos a la Tierra.
Una vez que encuentra uno, el algoritmo de Scout es capaz de hacer un cálculo rápido sobre los peligros que afronta nuestro planeta y pone al resto de telescopios a hacer seguimiento de la roca potencialmente peligrosa para evaluar mejor los riesgos.
Sin embargo, a pesar de toda esta tecnología, la NASA se enfrenta a un gran reto, ya que la mayoría de los objetos son detectados horas antes de que hagan impacto.
Para estos casos, la NASA cuenta con otra tecnología, llamada Sentry, orientada precisamente a identificar objetos lo suficientemente grandes como para borrar una ciudad importante en los próximos 100 años.
En ese sentido, la NASA se ha planteado como reto detectar el 90 % de los asteroides de 140 metros de ancho o más; aunque por el momento apenas logra identificar al 25% o 30% de ellos.
*Con información de TicBeat