30 bomberos murieron y aproximadamente 75 personas resultaron heridas después de que el edificio Plasco, uno de los más icónicos de Teherán, la capital de Irán, se incendió y colapsó sobre los rescatistas.
De acuerdo con las autoridades locales, después del derrumbe, diversas unidades de búsqueda conformadas por militares, bomberos, policías y otros grupos de emergencia acudieron a buscar sobrevivientes entre los escombros.Sin embargo, las autoridades no han confirmado la cifra exacta de muertos o heridos. De acuerdo con el gobernador de Teherán, Mohamad Bagher Ghalibaf, ningún “civil ordinario” quedó atrapado en los escombros, una declaración que diversos trabajadores rechazan ya que dicen haber visto a varias personas esquivar las cintas de seguridad y regresar al edificio para intentar rescatar su mercancía.
Las llamas más intensas se formaron en los últimos pisos del edificio, donde según diversos trabajadores, se guardaba combustible y era el lugar donde muchos trabajadores cocinaban y usaban queroseno para calentarse del frío.
El presidente Hassan Rouhani ya dio la orden al ministro de interior, Abdolreza Rahmani Fazli investigar y reportar las causas que provocaron el incendio inmediatamente.El primer mandatario también dijo que se están atendiendo a todas las víctimas, tanto a los heridos como a los que perdieron sus pertenencias en el accidente.
En las inmediaciones del edificio se encuentran diversos negocios y edificios importantes como la embajada de Turquía, los cuales tuvieron que ser evacuados por precaución.
Jalal Maleki, el vocero de los bomberos, comentó después de los hechos que ya se les había advertido en diversas ocasiones a las personas del edificio que tuvieran cuidado y que liberaran los pasillos, escaleras y salidas de emergencia, los cuales siempre se encontraban entorpecidos por materiales y herramientas que dejaban en esas zonas.El edificio de 17 pisos que ahora se encuentra reducido a escombros fue construido a principios de los años sesenta por el empresario judío Habib Elghanian, quien nombró al edificio en honor a la compañía de plástico que él dirigía.
Después de su construcción, el edificio Plasco fue el más alto de toda la ciudad por varios años, una de las características por las que se hizo famoso.
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