En 1936, como consecuencia de la Guerra Civil en España, el Gobierno de México, encabezado por el entonces Presidente Lázaro Cárdenas, abrió sus puertas a los refugiados que defendían la República y que ante la instauración del régimen de Francisco Franco tuvieron que salir de esa nación europea.
“La República sólo contó con dos apoyos: el de la Unión Soviética y de México durante la Guerra. La primera un apoyo condicionado de cara a la Segunda Guerra Mundial. México, entonces un país modesto, carente de grandes armas, fue el único que mantuvo sus puertas abiertas con una generosidad increíble”.
México sólo pidió cubrir tres condiciones: como nación no podía poner dinero para el arribo de españoles, que quienes llegaran se instalaran fuera de las ciudades, en especial de la capital; y que fueran campesinos y obreros.
Así, llegaron los niños de Morelia – cerca de 500 niños hijos de gente de izquierda y, sobre todo, de familias humildes; un grupo de intelectuales y artistas y, posteriormente, a partir de 1939, el arribo masivo de una gran cantidad de españoles que llegaron al Puerto de Veracruz a bordo de tres grandes barcos: Sinaia, Ipanema y Mexique.
En 2010, dada la trascendencia de ese hecho histórico y en el marco de los festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, el Gobierno de la Ciudad acordó con la Alcaldía de Madrid, España, celebrar en ese ayuntamiento la exhibición de la exposición El Exilio Español en la Ciudad de México.
Después de ser exhibida con éxito en Madrid, España, El Exilio Español en la Ciudad de México llega al país para su muestra en la capital mexicana a partir del mes de julio en el Museo de la Ciudad de México de la Secretaría de Cultura.
Con la inclusión de nuevos y más elementos museográficos, el reforzamiento de tres de sus apartados temáticos y el montaje de más de mil metros cuadrados de exhibición, la exposición es traída por el Gobierno de la Ciudad de México para mostrar, por primera vez, una historia colectiva de lo que fue el Exilio español.
El Director del Museo de la Ciudad de México, José María Espinasa Yllades, señaló que la exhibición retrata no sólo al hecho histórico que fue el exilio español, sino que invita también a reflexionar sobre él y refleja, desde el ámbito cotidiano, social, colectivo, educativo y laboral, la vida de los españoles que llegaron a México en búsqueda de un espacio para refugiarse de la dictadura de Francisco Franco.
Muchos de los españoles que llegaron, dijo, pensaron que su estadía en México sería temporal y que pasados unos años la democracia europea, los regímenes de Estados Unidos, presionarían para que España recuperara su condición democrática y pudieran regresar.
Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial, a finales de los años 50, los refugiados españoles ven muy claramente que no es posible que vuelvan a su patria.
Tras adoptar en su mayoría la Ciudad de México como lugar de residencia, principalmente las calles del Centro Histórico por su urbanización, los refugiados españoles abrieron negocios, fundaron editoriales y contribuyeron a transformar la ciudad de México.
La exposición El Exilio Español en la Ciudad de México será inaugurada en julio por autoridades del Gobierno de la Ciudad de México y estará abierta hasta comienzos de 2015.