Hace dos años, en noviembre del 2014, los pilotos de un avión de la Armada de Chile supuestamente avistaron un OVNI (Objeto Volador No Identificado), aunque no habían dado declaraciones al respecto. Esta semana, junto con el Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos, organismo gubernamental chileno que depende de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), confirmaron la experiencia.
Fue hasta el miércoles que el gobierno chileno aprobó la difusión del video en varios medios locales que después llegaron a los noticiarios internacionales.
Un comunicado de la Armada aseguró que el avistamiento sucedió en algún lugar entre los puertos de San Antonio y Quintero, en la ciudad de Valparaíso y tuvo una duración aproximada de 10 minutos. El hecho fue confirmado visualmente por los dos oficiales que conformaban la tripulación, un piloto y un operador de las cámaras infrarrojas de alta definición con las que pudieron captar al objeto.
El operador detectó al objeto que —según el informe— volaba a una velocidad constante similar a la del helicóptero en el que ellos viajaban y que se movía hacía adelante. Posteriormente, los tripulantes se dirigieron al Control de Tránsito Aéreo. Sin embargo, los radares no habían logrado identificarlo. Tampoco recibieron respuesta alguna del “tránsito desconocido” cuando intentaron “interrogarlo” en la frecuencia que disponen para esos casos.
Minutos después del avistamiento, aseguraron que el supuesto OVNI desapareció entre las nubes.
En el comunicado explicaron que los sistemas de radar de la DGAC no lograron captar el objeto pero ahora confirman la ausencia de tráfico autorizado en las cercanías del helicóptero y que en dos ocasiones “el objeto parece arrojar una estela de algún elemento que no se ha logrado precisar”.
De acuerdo a La Vanguardia, analistas sugieren la hipótesis de que se trate de “un avión de línea de mediano tamaño” y que dichas estelas desprendidas podrían ser de agua, proveniente de la reserva del interior del aparato y “arrojado por la tripulación”.
No obstante, meteorología afirmó que ni la altitud a la que se desplazada el objeto desconocido, ni la “temperatura ambiente de ese momento” habrían permitido tal tipo de “estela de condensación”. Finalmente, el Comité decidió denominarlo como un Fenómeno Aéreo No Identificado.
Este tipo de acontecimientos no son novedad en Chile, La Vanguardia informa que es el quinto país en el mundo con el mayor número de avistamientos, sólo superado por Estados Unidos, Perú, Brasil y Rusia.
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