Las islas Galápagos representan una de las reservas naturales protegidas más ambiguas e importantes en el Pacífico Ecuatoriano; sin embargo, últimamente se ha visto acechada por el peor depredador sobre la tierra: el hombre. En agosto de 2017 se supo sobre una pesca masiva clandestina de unos 6 mil tiburones capturados por el carguero chino Fu Yuan Yu.
Dicha noticia generó una indignación generalizada en todo el mundo. De acuerdo con los guías y residentes del Parque Nacional Galápagos, la pesca clandestina de buques asiáticos es una práctica ilegal cotidiana, desafortunadamente éste no es el único crimen en contra del ecosistema.
*Foto: Operation drift Net
Según la UNESCO, entre 2007 y 2010, el archipiélago se encontró en serio riesgo de depredación humana. «La amenaza contra las Galápagos se remonta desde los años noventa, cuando barcos chinos capturaban masivamente pepinos de mar», explicó el economista experto en recursos naturales, Santiago Bucaram.
A raíz de dichos problemas, se fundó en 1998 la reserva marina de Galápagos, un territorio marino de 40 millas náuticas que rodea la periferia de las 19 islas y 200 islotes que conforman las Galápagos. El hecho de proteger los recursos naturales sin depredarlos, ayuda a la economía local de las comunidades que viven de las ventas del recurso recolectados de manera controlada.
Su ubicación y riqueza natural se vuelve atractivo para buques extranjeros, por lo que los pecadores ecuatorianos se armaron para defender sus recursos de barcos chinos y japoneses. Muchos locales los consideran piratas ya que han radicalizado su trabajo abordando y secuestrando buques asiáticos.
«El problema de la flota ilegal china no es su presencia sino su cantidad», dijo Daniel Orellana, biólogo experto en geoinformación y análisis marino. Datos de la ONU contabilizaron unos 220 mil barcos chinos, lo que representa el 10 % de todos los barcos motorizados del planeta.
«En cada cierto tiempo del año llegan los barcos chinos quienes apagan sus motores y comienzan su invasión silenciosa», explicó Orellana. Sin embargo las brigadas de protección de la reserva tienen un sistema de alarma de monitoreo en el Parque Nacional en la isla de Santa Cruz, inmediatamente después, una patrulla de la Armada comienza su búsqueda para interceptarlo.
*Foto: Operation Driftnet
«El operativo es positivo cuando hay tres o cuatro barcos, no cuando hay 100», dijo el biólogo.
La versión del gobierno ecuatoriano
No obstante, el gobierno ecuatoriano es optimista en cuanto a la intercepción de barcos chinos, diciendo que no se les escapa ninguna nave extranjera. «Nuestro control de reserva marina es altamente sofisticado», dijo Tarsicio Granizo, Ministro de Ambiente del Ecuador al New York Times.
Granizo enfatizó en que el secreto del éxito del control es que la matriz de monitoreo en la isla de Santa Cruz, tiene diversas dependencias en otras islas como la de San Cristóbal e Isabela interceptando a los chinos y japoneses invasores vía satélite. El parque mantiene en operaciones a cuarenta funcionarios en tareas de control y patrullaje: dos lanchas oceánicas, cinco lanchas costeras rápidas, dos botes inflables para todas las bahías del archipiélago y un hidroavión.
«Es verdad que la cantidad de barcos chinos ha aumentado en lo que va de 2017, pero hemos hecho nueve operativos exitosos en 2016, uno en 2015 y nueve en 2014. En lo que va de este año hemos interceptado 18 barcos chinos entre ellos el Fu Yuan Yu», destacó el ministro.
*Foto: La Nación
«¡Cero tolerancia a los delitos ambientales!», expresó en redes sociales Granizo, después de haber sentenciado a toda la tripulación del Fu Yuan Yu a cuatro años de prisión y obligar a pagar una indemnización de más de cinco millones de dólares por ecocidio y daños ambientales.
Archipélago acechado
Por otro lado, el diagnóstico de Sofía Darquea, presidenta del Gremio de Guías Certificados de las Galápagos dice que la capacidad y el estado del parque es alarmante ya que los fondos para su preservación son escasos, tanto que en ocasiones la capacidad operativa de protección y rescate no es suficiente para atajar la amenaza extranjera.
«Granizo otorga los recursos necesarios para su opreaicón básica, es decir lo mínimo e indispensable, en total son como medio millón de dólares al año», lo que Darquea considera demasiado bajo para interceptar las amenazas.
Considera que falta personal, aumento de sueldos, educación ambiental, mantenimiento de embarcaciones y equipo, mejora en el sistema de vigilancia, y control de afluencia turística.
*Foto: archive.com
«El Estado ecuatoriano debe manejar un mejor control en el crecimiento del turismo a las Galápagos», dijo la líder del gremio contabilizando que la llegada de turistas promedio ha crecido de 160 mil anuales a 220 mil.
Puntualizó que el Gobierno debe implementar un plan de turismo responsable sin atascar lugares poblados como Santa Cruz, San Cristóbal, Baltra, Floreana e Isabela de complejos turísticos, restaurantes y hoteles.
Para la gran parte de la población ecuatoriana, los archipiélagos representan un símbolo nacional y un lugar fabuloso y único en el mundo del que se sienten orgullosos; respetado por su soledad y majestuosidad. Hoy en día miles temen que su paraíso natural vaya en declive.