La naturaleza está llena de sorpresas y de especies raras entre los animales que el humano acostumbra consumir de manera regular, como son las sabrosas langostas, pero este ejemplar en azul no es común.
Un pescador de New Hampshire, en Estados Unidos, corrió con la suerte de encontrar una langosta azul y puso un ejemplo de nobleza para los depredadores de especies al donarla a la ciencia.
Ahora muchos podrán apreciar su belleza en el Centro de Ciencias de la Costa en Rye, un acuario donde también la estudiarán, pero antes el animal debe pasar por un proceso de aclimatación para convivir en el tanque de langostas “exóticas”.
Se cree que este crustáceo sólo se encuentra en una proporción de una vez por cada 2 millones de ejemplares, pero no es una regla de la que se tenga certeza. Su tonalidad la provoca un defecto genético por exceso de proteínas.
*Fuente: El Diario de Chihuahua
El pescador Greh Ward pensó que se trataba de una langosta albina, pero al examinar al animal observó que su color era azul con tonalidades crema, algo que en toda su vida en el mar jamás había visto.
En agosto de 2016 otra langosta azul se halló en aguas estadounidenses, aquella vez en Massachusetts cuando Wayne Nickerson revisó su red y entre las langostas tradicionales había una de color azul que destacaba del resto.
Supo que se trataba de un ejemplar único y lo llevó al acuario de Nueva Inglaterra, en Boston, para que exhibieran a “Bleu”.
*Fuente: mibrujula.com
Lo más sorprendente es que no era la primera vez que ese pescado había encontrado un crustáceo de color azul, así que tal vez con él se cumplió la regla del uno en dos millones.
El tono zafiro no sería el único raro, porque el Instituto de la Langosta de la Universidad de Maine asegura que el defecto genético puede provocar que las langostas adquieran un color amarillo o hasta violeta.
“Blue” fue un ejemplar aún más raro porque su tamaño también era atípico, ya que pesó más de un kilo.
Es probable que te preocupe que a ambas langostas las sacaron de su hábitat natural y ahora estarán encerradas en un acuario, pero su color poco convencional las hace una presa fácil para sus depredadores.
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