La derogación de la ley de protección de fauna en su hábitat que presentó Obama en 2015 y que protegió por más de año y medio a los animales que habitan unos 76 mil kilómetros al norte del planeta, hoy no valen nada para la cazadora Christine Cunningham, quien lleva 10 años cazando animales so pretexto del consumo moderado y la conservación de tradiciones como la taxidermia. Así lo muestra el video publicado por la BBC, donde la periodista Claire Marshall acompañó a la cazadora a su primera matanza de osos en las montañas de Alaska.
En Alaska, la caza es una tradición. Hay dieciséis refugios nacionales que cubren parte importante del territorio. Y desde marzo de este año, con una votación de 52 a 47, el Senado estadounidense aprobó que los cazadores disparen y atrapen lobos y osos mientras hibernan, están en sus cuevas o tienen cachorros, así como matarlos desde aeronaves o atrayéndolos con comida para matanzas grupales.
*Hibernación de osos bebé en reserva de Alaska.
El proyecto de ley impulsado por el congresista Ronald Young, fue firmado por Trump sin chistar, y aunque una gran parte de la población se mostró indignada, las asociaciones protectoras de los animales no tuvieron contrapeso a la decisión.
Desde entonces, se han podido ver ejemplares y familias completas de lobos y osos perseguidos y asesinados en sus guaridas.
La legalización de matanza firmada por Donald no fue una sorpresa, pues antes, en plena campaña presidencial defendió el uso de armas domésticas y justificó fotos de sus hijos Eric y Donald practicando caza de elefantes.
*Donald Trump Jr. después de cazar un elefante