El desarrollo científico de una mexicana busca reducir los riesgos de que ocurra una catástrofe ecológica.La bióloga marina Giovanna Zorán Yunes desarrolló un método que permite restaurar los arrecifes de coral, conocidos como “la selva del mar” por la gran diversidad de especies que viven en ellos.Yunes, bióloga marina de la Universidad Autónoma de Baja California, desarrolló un método pensado para rescatar y restaurar los arrecifes de coral del Parque Nacional Archipiélago del Espíritu Santo, en Baja California, al norte de México.Lo que hizo fue explorar los arrecifes de coral dañados para encontrar fragmentos que estuvieran sanos. Una vez que los encontró, los extrajo del lugar y los llevó a una pradera experimental muy cerca del archipiélago bajacaliforniano en el norte de México.
“Los seleccionamos procurando que estuvieran sanos, que no tuvieran cobertura de esponjas y algas, que tuvieran tejido vivo”, dijo la bióloga en entrevista para Notimex. “Una vez que cada fragmento cumplía con las especificaciones lo trasladamos directamente a la pradera experimental”.Los arrecifes de coral son uno de los ecosistemas más ricos en biodiversidad del planeta y se declararon en peligro de extinción desde el 2007. Su desaparición pone en riesgo a miles de especies marinas que sobreviven gracias a los arrecifes, por lo que alrededor del mundo se han realizado diversos esfuerzos para frenar su destrucción.
Anteriormente se habían realizado experimentos similares, pero implican tener un laboratorio en donde el clima y la iluminación del agua fuera regulado de forma artificial, lo que significaba altos costos.Con el nuevo método desarrollado por la mexicana estos gastos se sustituyen por una resina que funciona como pegamento para fijar los fragmentos de coral rescatados a rocas que servirán como hogar temporal.Los corales se reproducen de forma sexual, lo cual permite que crezcan y con el paso del tiempo se formen grandes arrecifes. El cambio climático provoca que su reproducción no se lleve a cabo y los corales poco a poco mueran. Lo que Yunes logró fue rescatar fragmentos de coral sanos para reproducirlos de forma asexual y propiciar su crecimiento natural.
Los corales fueron monitoreados hasta que alcanzaron un crecimiento avanzado y pudieron ser regresado a su ecosistema de origen.La bióloga mexicana explicó que los buenos resultados de este método se deben a que la pradera se encuentra a un costado del canal de San Lorenzo, lo cual permite que los corales estén en contacto con corrientes submarinas y experimenten cambios de temperatura que benefician a los arrecifes.Este método para salvar los arrecifes de coral comenzó hace año y medio, con 100 fragmentos que poco a poco crecieron y fueron regresados a su ecosistema. La intención es hacerlo con 900 corales más.
“Llevamos año y medio con el proyecto y nos ha dado muy buenos resultados”, dijo la especialista. “Conforme a nuestro modelo, que contempla las tasas de crecimiento y mortalidad de coral, obtuvimos que en 11 años tendríamos más de 102 por ciento de la meta propuesta”Salvar los arrecifes de coral es también salvar a toda la diversidad de especies marinas que sobreviven gracias a la existencia de estos refugios naturales y evitar un desastre ecológico.