Una nueva investigación sugiere que distintas especies de peces marinos buscan activamente escombros de plástico y pequeñas piezas de origen artificial como alimento, ya que perciben olores similares a sus presas naturales en la basura.
Los microplásticos esparcidos en los océanos por la actividad humana son confundidos por sustancias comestibles que para los sentidos gustativos e instintivos del pez resultan exactamente lo mismo que las algas y microorganismos marinos que sacian su hambre. Esta información fue publicada este miércoles por la revista Proceedings of the Royal Society.
Para la evidencia, los científicos presentaron distintas variedades de anchoas capturadas en su hábitat natural y en su interior tenían restos de plásticos, es decir, el plástico es “parcialmente” consumible sin ser necesariamente nocivo para su salud. Este hallazgo demuestra el nivel de contaminación en los mares y océanos del mundo.
«Cuando el plástico flota en la superficie del océano por un tiempo considerablemente prolongado, son colonizados por algas y microorganismos marinos, este proceso es conocido como biofoulin», explicó el autor y director de la investigación y Administración Nacional Oceánica y Atmosférica del Reino Unido, Matthew Savoca.
*Foto: The Guardian.
Investigaciones anteriores demostraron que estas algas producen y emiten DMS, un compuesto basado en la alimentación de los peces marinos, su olor y percepción son prácticamente idénticas al alimento natural que las especies marinas consumen, de ahí la teoría de que los peces incluso buscan el plástico para alimentarse.
Toda la cantidad de plástico en los océanos, ya sea microscópica o visible, es reconocido como un problema creciente en el ámbito ecológico ya que tarda cientos de años en degradarse y la actividad humana deshecha toneladas de este material artificial anualmente.
No sólo los peces, desde aves marinas hasta ballenas y tortugas se han visto afectados por consumir plásticos, lo que ha causado la muerte constante de varias de estas especies, cuyos cuerpos son hallados en las playas y costas del mundo. Incluso los humanos que consumen pescado con residuos plásticos podrían verse afectados.
Los activistas y expertos advierten que si no se llega a una solución real ante la contaminación masiva de los mares, habrá más plástico que peces en 2050. Los esfuerzos para reducir la presencia de plástico no atajan al problema de raíz, los países industrializados como EUA, Japón o Reino Unido, han intentado detener este vertedero de plástico con regulaciones y limitaciones a las industrias responsables.